Culiacán, Sinaloa.- Una marcha en Culiacán se convirtió en un grito desesperado de la sociedad ante la ola de violencia que azota el estado. Durante la protesta, un menor expresó su miedo, señalando la inacción del Gobierno frente a la crisis de seguridad que afecta a la entidad: “Yo creo que el gobierno no hace nada, todos se quedan sentados viendo leyes, ya no podemos salir, nos da miedo”, dijo el niño.
Víctor Aispuro, director de la primaria Sócrates, explicó que la marcha comenzó como una manifestación pacífica, pero rápidamente se convirtió en un clamor social de frustración y desesperación. Aispuro relató que la situación se salió de control debido al profundo malestar que sienten los ciudadanos, víctimas y colectivos, algunos provenientes de pueblos cercanos. “Empezamos con marcha tranquila, pero se convirtió en un grito social”, señaló.
El docente también destacó la indignación de la comunidad por la falta de respuesta del gobernador Rubén Rocha Moya, quien no accedió a recibir a los niños y familias que buscaban su apoyo. “Pedimos al Gobernador que bajara y no quiso bajar. Queríamos que escuchara a los niños, a las familias, que se solidarizara”, comentó Aispuro.
Al final, ante la escalada emocional, los organizadores decidieron retirarse para evitar que la protesta se tornara violenta. Aispuro recalcó la necesidad urgente de que el Gobierno reconozca la situación real de violencia en Sinaloa y busque soluciones efectivas. “No queremos que maquillen la situación. Esto no es un tema político, es un tema de seguridad social”, afirmó.
El profesor destacó que, aunque no podrán recuperar las vidas de Alexander y Gael, víctimas de la violencia, su principal objetivo es evitar más muertes y garantizar un futuro sin temor para los habitantes de Sinaloa. La próxima semana, la comunidad realizará un homenaje en memoria de Alexander, y decidirán si continúan con más acciones para exigir paz y justicia.
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