Caracas.- Venezuela llevó a cabo este fin de semana una jornada nacional de entrenamiento militar para civiles, en respuesta a lo que considera un plan de Estados Unidos para forzar un “cambio de régimen”. En Caracas, blindados y soldados recorrieron zonas populares como Petare para instruir a pequeños grupos de voluntarios en uso básico de armas, camuflaje, primeros auxilios y defensa personal.
La convocatoria, sin embargo, tuvo una asistencia reducida. Pese a que la semana pasada el gobierno había reunido a miles de voluntarios en cuarteles, esta vez solo se formaron grupos de unas decenas de personas en diferentes puntos del país. En paralelo, la Marina realizó prácticas con lanchas rápidas en la costa y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, calificó el día como “un hito en la revolución militar”.
El ejercicio se produjo en un contexto de mayor tensión con Washington. El expresidente Donald Trump advirtió que Venezuela enfrentará consecuencias “incalculables” si no acepta la repatriación de migrantes deportados. La amenaza coincidió con el despliegue de ocho buques de guerra estadounidenses en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Caracas rechaza las acusaciones de vínculos con el crimen organizado y asegura que la presión busca apropiarse de petróleo, oro y recursos naturales. En respuesta, Maduro ordenó reforzar la presencia militar en fronteras e islas estratégicas. Mientras tanto, la relación bilateral permanece rota desde 2019, limitada a negociaciones puntuales sobre migración.







