He estudiado la propuesta del nuevo plan de estudios de la Facultad de Derecho y Ciencias sociales, aprobada por Consejo Técnico el 04 junio del 2020.
Me permito hacer algunas reflexiones, breves, muy breves sobre el mismo. En una segunda entrega, la próxima semana, haré un análisis más detallado de sus ejes y de sus grandes innovaciones.
Primero, nuestro plan de estudios actual es del 1982, mismo que sustituyó al anterior que databa de los años cuarenta, según una comunicación del Dr. José Becerril, que funge como “nuestra memoria y cronista”.
O sea, el plan vigente (hasta el próximo viernes 11) es un plan de estudios que lleva 30 años desde el 82 al 2002 como aceptable, pero que tiene las 2 décadas siguiente como obsoleto.
Dicha reforma del 1982 tuvo como propósito principal la de incorporar materias que tenían que ver con la investigación, por ejemplo y, cito al Dr. Becerril “metodologías e incorporar, lo que, en ese momento, eran nuevos temas jurídicos”.
Pero, el derecho está siempre en evolución, acompañando los tiempos, reflejando los cambios sociales, sometiéndose y, por veces creando, a nuevos paradigmas y, repensando los principios constitucionales.
O sea, el derecho es dinámico. Nuestro plan de estudio no puede ser “estático”. Por lo que dado el panorama del conocimiento actual , nuestro plan de estudios ya requería un cambio estructural.
Segundo, la propuesta del plan sometida por el director de la Facultad, Dr. Héctor Chávez, me parece adecuada, elimina muchos temas hoy desfasados, incorpora los derechos humanos, orienta los temas a una convergencia con lo que es hecho en las mejores universidades, tanto en lo teórico como lo práctico, en particular en el énfasis y centralidad de las clínicas jurídicas.
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Tercero, cambia el sistema de anual a semestral, lo cual redundará en una mayor cantidad de exposición del alumno a diversos campos de las Ciencias Jurídicas.
Cuarto, introduce terminales con especialización, lo que abre nuevos campos laborales a nuestros futuros egresados.
¿Habrá críticos? Siempre los hay. Algunos lo llevan como una adicción. También en su momento, en el 1982, se levantaron en la Facultad muchas voces “contra”. El coro de las tragedias griegas siempre está presente en estos procesos de reforma, altamente complejos.
Pero, en la realidad, con este nuevo Plan de estudios , la Facultad de Derecho se pone a la vanguardia del estudio serio del derecho. En este sentido la Facultad apuesta por calidad y armonización con las tendencias internacionales, sin olvidar su tradición bicentenaria. Además, lo hace consciente de su papel en una visión de futuro para el Estado de Michoacán de Ocampo, y no sólo.
Finalmente , reitero que me manifiesto por la necesidad del cambio, y por lo atinado -me parece- de la propuesta, externo públicamente mi apoyo.
Sin embargo, quedan algunas cuestiones pendientes.
Una de ellas es álgida: la del respecto por los derechos laborales . ¿ Que tenemos que garantizar? El respecto por nuestras cargas horarias y, por nuestros planes de trabajo.
Tengo entendido que existe un compromiso serio, en este sentido desde las autoridades de la UMSNH, aunque no me queda claro, como será, en la práctica, implementado.
Por lo pronto , estaré atenta a la sesión del viernes 11 de septiembre del H. Consejo Universitario y a sus resultados .
También , en la espera de una explicación sobre la manera como vamos trabajar en la fase de transición , en particular con la nueva generación de primer grado, que inicia labores ( “oficialmente”) el 14 de septiembre.
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