México. – Héctor Ulises Orduña, abogado veracruzano, ganó una plaza como juez federal en materia mixta en las elecciones del 1 de junio, pese a haber sido detenido por un presunto caso de abuso sexual infantil apenas cinco días después de iniciar su campaña.
La Fiscalía de Veracruz lo acusa también de estar vinculado a casos de pornografía infantil en Estados Unidos. Aun así, Orduña obtuvo más de 44.000 votos mientras permanecía en prisión preventiva.
Su candidatura, aprobada por el comité del Poder Ejecutivo —el más laxo de los tres encargados de evaluar a los aspirantes—, ha desatado críticas por la falta de controles rigurosos en el proceso de selección. Su campaña fue breve y caótica: comenzó el 30 de marzo con un video promocional y terminó abruptamente el 5 de abril con su arresto.
Organizaciones civiles y expertos en justicia como Javier Martín Reyes han denunciado la negligencia institucional y la baja participación ciudadana, que permitió que Orduña ganara con apenas el 1,03 por ciento de los votos totales emitidos. El INE ahora enfrenta la presión de anular candidaturas como la suya bajo el criterio “8 de 8 contra la violencia de género”, aunque aún no hay sentencia firme en su contra.
El caso refleja el fracaso de los filtros institucionales y plantea dudas sobre la idoneidad de quienes asumirán el poder judicial tras unas elecciones marcadas por el desinterés y la improvisación.








