Marvely Garnica comunicadora con 2 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita, una joven con opiniones distintas.
Estudiante de la carrera Ciencias y técnicas de la comunicación a nada de egresar. Conductora, locutora, reportera, fotógrafa, cineasta. Soy comunicóloga, le hago a todo. Recientemente se me ha presentado la oportunidad de redactar.
Nada es eterno.
Por Marvely Garnica.
A lo largo de nuestra vida tenemos bastantes cambios, siempre estamos evolucionando y cambiando de gustos, no todos, pero sí algunos. Tal vez lo que te gustaba cuando eras niño ya no te gusta y te fascine como antes. Un claro ejemplo son los gustos musicales que solemos tener cuando apenas estamos aprendiendo qué es un estéreo o una bocina o como los niños de ahora, el qué es un ipad (los odio).
Generalmente adquirimos los buenos o malos gustos de nuestros padres y la gente que nos rodea, y si te va bien, es decir si tienes un hermano mayor, él te ilustrará por el buen camino. Lo que ellos escuchan es lo que nos gusta, les pedimos sus CDs, perdón pero yo nací en la época en la que se usaban CD’s, empaquetados en su cajita con un librito que decía las canciones y/o agradecimientos, y lo poníamos a todo volumen en el estéreo. ¡La música digital qué!.
Después creces, conoces la radio, las canciones y grupos de moda y te haces fan de una bandita, pop súper ”fake” , y crees que son lo mejor del mundo, quieres ser como ellos, fracasa y llegas a la pubertad. Esa preciosa edad en la que te vuelves un adolecente odioso lleno de imperfecciones que cree que es el amo del mundo y sueñas con que lo que ahora te gusta es lo mejor del mundo, pues ha encontrado “Su verdadero yo” y te arrepientes de tus gustos anteriores. No es así. Sólo eras un niño jugando a ser grande.
Sigues evolucionando, creces y maduras, cambias de gustos, vuelves a arrepentirte de tus gustos o los reforzas y te das cuenta de que serán eternos. Bueno, en caso de arrepentimiento… criticas tus gustos anteriores, dices que “qué asco, esas bandas apestan, guacala” y ahora sí te sientes bien fregón. Así sucede el ciclo de la vida, evolucionas y evolucionas hasta que llegas a señor, te ves ridículo con tus gustos que “Eran los chidos” y terminas escuchando a Juan Gabriel o a José José. Sí, ese es el ciclo de la vida, así de triste, así de ridículo y si no me crees, sólo mira a tus papás jajaja (bromi, mom). Lo único, que te puedo decir para que no tengas arrepentimiento, es que vivas el momento, disfrutes tus gustos, ve a los conciertos de tus ídolos momentáneos, compra y consume música, así le dejarás una bonita y variada herencia a tus hijos.
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