Estados Unidos.- El grupo palestino Hamás aceptó el plan de paz impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, que contempla el retiro del ejército israelí de la Franja de Gaza, el ingreso de ayuda humanitaria y el intercambio de rehenes. El mandatario calificó el acuerdo como “un paso histórico hacia una paz duradera” y agradeció la mediación de Qatar, Egipto y Turquía.
De acuerdo con Trump, el pacto constituye la primera fase de un proyecto de 20 puntos propuesto junto con Israel, cuyo objetivo es estabilizar la región tras meses de violencia. “Israel retirará sus tropas a una línea acordada y todos los rehenes serán liberados”, afirmó el presidente durante su anuncio.
El acuerdo ha sido respaldado por varios países árabes y europeos. Los gobiernos de Egipto, Arabia Saudita, Qatar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, junto con los líderes de Francia, Reino Unido e Italia, celebraron la iniciativa estadounidense como una oportunidad para detener la guerra en Gaza y favorecer la reconstrucción de la zona.
Sin embargo, especialistas advierten que el pacto responde también a intereses económicos y estratégicos. La analista Norma Castañeda señaló que el proyecto busca consolidar el control de rutas comerciales en torno al Canal de Suez y crear una zona económica especial bajo supervisión de Estados Unidos, lo que implicaría una fuerte injerencia norteamericana en la reconstrucción de Gaza.
La experta también consideró que el acuerdo podría debilitar a Hamás, ya que contempla el desarme del grupo, la eliminación de su infraestructura militar y la supervisión internacional del territorio. Si bien el plan podría traer estabilidad temporal, su implementación podría modificar de manera profunda el equilibrio político y social en Palestina.