Los autobuses utilizados para bloquear puntos carreteros, regularmente son embestidos por sujetos armados que se movilizan en motocicletas. Suben al vehículo y en algunas ocasiones, antes de obligarlos a descender, los despojan de sus pertenencias. Posteriormente rocían gasolina en los asientos y en las llantas y prenden fuego a la unidad. La intención es entorpecer el paso de la autoridad y evitar detenciones de objetivos criminales.
Así lo explicó Arcadio Méndez Hurtado, presidente de la Cámara Nacional del Transporte de Pasajeros y Turismo en Michoacán, (CANAPAT) y director general de la línea de autobuses Parhíkuni.
El más reciente ataque
La semana pasada, integrantes de un grupo delictivo provocaron bloqueos carreteros en el estado, sobre todo en la zona de Tierra Caliente. Entre los diversos problemas que desencadenaron estos actos vandálicos, se encuentran las pérdidas económicas causadas a las empresas que ofrecen servicio de transporte.
De acuerdo con Méndez Hurtado, es difícil calcular el total de corridas canceladas durante una jornada violenta, ya que cada empresa tiene sus propios horarios. Sin embargo, detalló que tan sólo el día 14 de marzo, de 11 de la mañana a 5 de la tarde, se suspendieron 5 servicios de Parhíkuni que salían de Ixtapa. Entre el resto de empresas, como Autovías, Ómnibus y Estrella Blanca, se cancelaron alrededor de 20 salidas.
Ese miércoles, sujetos criminales quemaron un autobús Purhépecha en el puente del Marqués, ubicado en la carretera libre entre Uruapan y Cuatro Caminos. En cuanto a las unidades de Parhíkuni, en Apatzingán fue detenido uno, que quedó varado entre dos vehículos de carga que transportaban cemento. A la unidad de su empresa, señaló Arcadio Méndez, “le poncharon las llantas a balazos, lo rociaron de combustible y trataron de quemarlo, pero ya no les dio tiempo”.
Los autobuses que habían salido de Tepalcatepec, Lázaro Cárdenas, Uruapan y Morelia, fueron regresados al punto de partida, por orden de la empresa, para resguardar a los pasajeros.
Referente al monto general de pérdidas económicas registradas, el delegado de CANAPAT indicó que sumando el valor del autobús Purhépecha incendiado; el daño a las llantas de la unidad de Parhíkuni y los pasajeros que dejaron de viajar de todas las empresas de este giro los días 13 y 14 de marzo, “son cerca de dos millones y medio, más o menos, lo que perdimos entre todas las empresas que transitamos por Michoacán ”.
Comunicación con cuerpos policíacos
La CANAPAT, aseguró Méndez Hurtado, sostiene comunicación permanente con la Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública y en caso de identificar sucesos violentos que pongan en riesgo la integridad de los usuarios del transporte, los empresarios son advertidos para que tomen las medidas necesarias.
En cuanto a la forma de proceder de las empresas, Arcadio Méndez explicó que Parhíkuni trata de proteger a los pasajeros, no obstante, en caso de que decidan abandonar la unidad, es bajo su responsabilidad: “Los que van en camino tratamos de resguardarlos. Es opción de la gente si se quiere ir en un taxi, si se quiere quedar ahí hasta que se renueve el servicio o si pasa algún familiar por él” y añadió: “La gente se puede bajar y tienen la opción de irse en otra unidad, pero corren el riesgo de que pueden quemarlas”.
Por otro lado, señaló que en los casos de emergencia, hay empresas que con el propósito de obtener más ganancias, siguen ofreciendo el servicio, argumentando que “no pasa nada”, pero “claro que sí pasa” indicó el delegado de la CANAPAT.
En caso de registrarse la quema de algún vehículo perteneciente a Parhíkuni, es la empresa la que absorbe los gastos: “Cuando es un accidente, tiene seguro de viajero, lo cubre la autopista o los seguros que tenemos. Pero seguro contra vandalismo… no contamos con él”.
Pérdidas al año
Los años 2010 y 2016 han sido los más dañados: “El año 2010 fue muy fuerte para nosotros, nos quemaron 15 unidades; y el antepasado en Arantepacua y Turícuaro”, afirmó en entrevista telefónica.
Hacer la estimación de la cantidad de dinero que se pierde al año debido a la quema de vehículos y a los bloqueos carreteros, es complicado, señaló Méndez, ya que no hay un padrón: los ataques se dan de manera esporádica y provocados por distintos grupos sociales, como los “grupos de la sierra” apuntó, los normalistas y células del narcotráfico.
La petición: presencia del ejército
Como presidente de la Cámara Nacional del Transporte de Pasajeros y Turismo en Michoacán, Arcadio Méndez, hace una petición al gobernador Silvano Aureoles Conejo: “Nos gustaría que pidiera mayor presencia del ejército, hiciera algún trato para evitar ese tipo de cosas, sobre todo cuando van por algún objetivo delincuencial, que saliera el ejército a proteger las carreteras. El ejército es el único que tiene la fuerza suficiente para intimidar a estas gentes”, aseveró.
Méndez Hurtado precisó que el gremio entiende que la Secretaría de Seguridad Pública ponga en marcha operativos para lograr la captura de sujetos criminales, sin embargo, como consecuencia de dichas acciones, su actividad empresarial resulta afectada: “Ellos (fuerzas armadas) andan buscando lo suyo, nosotros transportando y a veces somos víctimas del trabajo que están haciendo”.