California, EE. UU.— Tesla anunció una caída en sus ventas e ingresos durante el primer trimestre de 2025, en medio de crecientes tensiones comerciales, una competencia más fuerte y críticas hacia su CEO, Elon Musk, por su implicación política.
La empresa atribuyó el descenso a la “incertidumbre en los mercados automotriz y energético”, sumada a políticas comerciales cambiantes que han afectado la cadena de suministro y estructura de costos. Tesla también enfrentó una baja en la demanda global, especialmente en California, su principal mercado, donde las protestas y actos vandálicos han aumentado.
Las acciones de Tesla han perdido más del 40 por ciento de su valor desde inicios de año, superando el desplome de otras automotrices en medio de la guerra de aranceles entre EE. UU. y China.
A nivel político, la figura de Elon Musk se ha vuelto cada vez más polémica por su papel como asesor en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) bajo el gobierno de Donald Trump. Este vínculo ha generado rechazo en sectores progresistas y ha dañado la imagen de la marca.
Ante la presión, Musk anunció que reducirá significativamente su tiempo dedicado al DOGE a partir de mayo, aunque mantendrá cierta participación “mientras el presidente lo considere útil”.
Tesla también enfrenta dificultades en China, donde suspendió temporalmente las ventas de algunos modelos debido a aranceles cruzados entre ambos países. La competencia de marcas chinas como BYD, Xpeng y Nio ha intensificado la presión, con productos más asequibles y tecnología avanzada.
En respuesta, Tesla reafirmó su apuesta por los vehículos autónomos y un modelo económico. Musk prometió lanzar un servicio de robotaxis en Austin y California este año, además de un auto de bajo costo, del cual aún no hay prototipo.
La compañía no ofreció previsiones de ventas para el resto del año debido al panorama económico incierto.