Mundo. – Desde su estreno en los años 90, Sailor Moon ha sido un emblema cultural en Asia, destacándose no solo por su manga y anime, sino también por su representación progresista de temas LGBT. La creadora, Naoko Takeuchi, introdujo personajes y relaciones que desafiaron las normas tradicionales de género y sexualidad, lo que resonó profundamente en la comunidad LGBT.
Recientemente, una tesis de maestría presentada en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec de Monterrey) ha generado gran controversia en México, provocando un intenso debate en redes sociales.
Titulado “Sailor Moon me hizo gay. La subjetividad e identidad del hombre gay millennial mexicano desde el consumo de Sailor Moon”, este trabajo, defendido por Daniel Eugenio Salinas Lara en junio de 2024, explora cómo el anime influyó en la identidad y subjetividad de hombres gays millennials en Monterrey.
El estudio se basó en entrevistas semiestructuradas con diez fanáticos de la serie, quienes compartieron sus experiencias relacionadas con el anime. Según Salinas Lara, la estética y temática femenina de *Sailor Moon* ofrecía a estos hombres una alternativa a la masculinidad tradicional, lo que les permitía identificarse y disfrutar de la serie. En la adultez, este gusto se recontextualiza como parte de su identidad gay millennial y la aceptación de su feminidad.
La polémica no solo gira en torno al contenido de la tesis, sino también a la presunta utilización de recursos públicos para su realización. Se ha señalado que el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) habría financiado la investigación con más de 50 mil pesos, lo que ha generado críticas sobre la pertinencia de destinar fondos públicos a este tipo de estudios.
Las reacciones a la tesis han sido diversas. Algunos críticos han cuestionado la validez del trabajo, argumentando que la muestra es demasiado pequeña y que la asignación de recursos públicos es inapropiada. Otros defienden la investigación, destacando que ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo los medios culturales, como el anime, influyen en la identidad y autoaceptación.
Además, la polémica ha llevado a reflexiones sobre el sistema académico y los procesos de evaluación. Algunos usuarios han señalado que el verdadero problema no radica en el alumno, sino en quienes aprueban estos temas y financian dichos trabajos. Otros defienden que, aunque el título de la tesis pueda parecer provocador, ha logrado generar un debate significativo, lo cual es un objetivo importante en sí mismo.