Por Arturo Hernández Gutiérrez
Zitácuaro, Michoacán a 6 de octubre de 2016.- Desde 2012 las autoridades municipales no realizan trabajos de profunda supervisión a la cárcel preventiva que hay en esta demarcación del oriente de Michoacán.
Hace apenas un par de meses fueron colocadas cámaras de videovigilancia en todas las áreas de dicho recinto, se derribaron muros de las celdas y se colocaron barrotes, amén de la creación de un botiquín de emergencias médicas.
No obstante lo anterior, hay quejas de que las autoridades de ese centro de detención administrativa cometen excesos de autoridad con quienes son internados por alguna falta.
De acuerdo con el informe sobre el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) 2015 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en gran parte de los centros de detención del país se cometen diversas violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, que van desde hacinamiento, falta de infraestructura adecuada y de servicios de salud, presencia de grupos de poder en algunas cárceles, y violaciones a sus garantías jurídicas.
En los folios 168 y 169 de dicho documento se precisa que uno de los lugares visitados en 2015 fueron los Separos de la Dirección de Seguridad Ciudadana, Vialidad, Bomberos y Protección Civil, a cargo del ayuntamiento de Zitácuaro.
La Visitaduría de la CEDH en Zitácuaro indicó que fue en 2013 cuando esa instancia dejó de realizar supervisiones a ese recinto carcelario, debido a la falta de recursos.
La CEDH adelantó a Monitor Expresso que en 2017 se reanudarán esos trabajos, pero recordó que en la Evaluación a las Áreas de Internación Municipal 2012 se verificaron las condiciones de las celdas en 112 municipios , la seguridad de los detenidos, los registros utilizados por la autoridad, así como los montos y criterios en la imposición de multas.
De los resultados obtenidos se destacó que en cuanto a las condiciones estructurales, un 27 por ciento no cumplió con los lineamientos en ese aspecto.
En el rubro de protección contra incendios, tres cuartas partes de las barandillas supervisadas no podrían hacer frente a un siniestro; en cuanto a la iluminación y visibilidad, un 29 por ciento no cumplió con los estándares.
Por lo que respecta a la salud preventiva, solo un 12 por ciento cumplió en ese rubro; es decir, contaban con botiquín y tenían personal médico certificado.
En señales de seguridad, solo el 25 por ciento cumplió con las normas; la ventilación en el 63 por ciento era apropiada y un 37 por ciento deficiente.
En tanto que en higiene el 38 por ciento era inadecuada y un 62 por ciento aceptable. En el rubro de seguridad jurídica el 29 por ciento carecía de ella y un 71 por ciento brindaba mínimas condiciones.
La CEDH y la Visitaduria de dicha instancia en Zitácuaro también adelantaron a Monitor Expresso que en un lapso de 30 días el ombudsman michoacano Víctor Manuel Serrato firmará un par de recomendaciones por igual cifra de quejas por el fallecimiento de dos personas en el área de barandillas de la prisión preventiva de Zitácuaro.
Las quejas fueron interpuestas el 12 de abril y el 25 de mayo del año en curso, por violación al derecho a la vida y violación a los derechos de las de las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión.
Se siguieron de oficio y con soporte documental de notas periodísticas de medios locales y estatales. Las autoridades carcelarias dijeron en un primer momento que los dos casos eran suicidios. Investigaciones posteriores contradijeron esas versiónes.
En cuatro semanas, a lo máximo, la CEDH entregará sus recomendaciones y hallazgos de las investigaciones.