México.- Si el Real Madrid debe agradecer a alguien por su triunfo ante el Liverpool en la Final de la Champions League, es al arquero de los ingleses Loris Karius, quien registró una penosa actuación al regalar dos de los tres goles a los merengues.
El ridículo show particular del cancerbero teutón comenzó en la segunda parte, cuando al minuto 50 intentó realizar un despeje de manos pero su envió terminó estrellándose en la rodilla de Karim Benzema. Nadie se hubiera imaginado que el marcador sería inaugurado de tan surreal manera.
Sin embargo, ahí no se detuvo el desastre de Karius, pues ya con el encuentro 2-1 en favor de los blancos, protagonizó un nuevo yerro luego de exhibir que sus manos no son de carne y hueso sino de mantequilla, y es que dejó ir una pelota de trámite enviada por Gareth Bale desde los linderos del área.