Ciudad de México.-México y Perú fueron los dos países de América Latina en donde el salario real cayó en el primer semestre de 2017 y en relación al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el estudio “Coyuntura laboral en América Latina y El Caribe”, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2017, los salarios de los países con información coyuntural disponible sobre la evolución de los salarios reales subieron en seis casos y bajaron en dos, México y el Perú. Específcamente, los salarios formales de Brasil aumentaron un 1.9 por ciento, después de caer un 2.5 por ciento entre los primeros semestres de 2015 y 2016.
En México, los salarios cayeron 1 por ciento, mientras que en Perú cercano al 2 por ciento.
“Estos datos de salarios captan solo la variación en las empresas formales de la economía, y parte del deterioro de la situación laboral en la región radica precisamente en la falta de dinamismo en la creación de empleos asalariados formales, con un aumento de los empleos por cuenta propia, cuya evolución de ingresos puede ser distinta”, señaló el informe.
El salario mínimo nominal que ganan ocho millones de trabajadores es de 80.04 pesos en este año, el tercero más bajo en América Latina, pero el salario mínimo real –que considera el incremento en la tasa de inflación durante este año– fue de 63.50 pesos en junio, un ingreso por debajo de la línea de bienestar, de acuerdo con las cifras más actualizadas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En junio de 2016, cuando el salario mínimo nominal era de 73.04 pesos diarios, el real era de 61.73 pesos considerando los precios de bienes y servicios, esto es, 11.31 pesos menos (15.48 por ciento). Este año la diferencia es de 16.54 pesos (20.66 por ciento).
De acuerdo con el reporte mensual de la Conasami, entre julio de 2016 y el mismo mes de 2017, las caídas más pronunciadas en el salario real de los trabajadores asegurados estuvieron en las industrias extractivas (4 por ciento); la industria eléctrica y suministro de agua potable (3.4 por ciento); mientras que transporte y comunicación registraron un descenso de 2.8 por ciento.
Sólo se registró una variación positiva en agricultura, ganadería y salvicultura. Además de industrias de transformación.