En lo que va de esta semana, se han vivido diversos sucesos aleccionadores en lo que respecta a la política de nuestra Latinoamérica, por un lado, en Chile se vivió un plebiscito que tenía como razón votar una nueva Constitución que dejaría de lado la heredada por el dictador Augusto Pinochet, proceso que rompería de lleno el régimen impuesto mediante la tortura, muerte y censura vivida en ese país. Por otro lado, en nuestro país, la “Alianza Federalista” hizo anuncios en las entidades que gobiernan para exigir que AMLO los atienda y resuelva sus diversas exigencias, mismas que de no atenderse “romperían” la República.
De esa manera, la comparación y el contraste es necesario debido a las lecciones que nos dejan estos procesos políticos que se viven en los dos países, por un lado, tenemos una parte culminante del movimiento de los jóvenes estudiantes chilenos que gatillaron el proceso del plebiscito para crear una nueva constitución política que les reconozca sus derechos y que pueda dejar de lado la visión autoritaria con la cual había sido concebida por parte del golpista de Pinochet, así como en los consejos de los “Chicago Boys”.
Por otro lado, en México los gobernadores de la alianza federalista, en contraste a los jóvenes chilenos, ansían un retroceso hacia el régimen que los catapultó como políticos exitosos y desde luego como gobernadores, negando de esta manera la visión que fue elegida por mayoría de mexicanos en las urnas en el 2018, ansían que se les reconozcan de nueva cuenta sus privilegios, ansían la ruptura, el rompimiento de la República que más de treinta millones de mexicanos eligieron, incluso en sus estados, para hacer de ella un traje a su medida, como antes lo era o como lo hizo el mismo Pinochet.
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En esta ansia autoritaria o ansia de romper con la República, resaltan los comentarios realizados por el “Bronco”, gobernador de Nuevo León que amenazó con la referencia histórica del general golpista del gobierno de Madero, Bernardo Reyes en la Revolución Mexicana, hecho que, según él, podría repetirse. También resalta el comentario realizado por Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán que llamó a los sectores de la sociedad a cerrar filas contra el “centralismo, el autoritarismo y la tiranía”, sustantivos que bien se pudieran utilizar para definir su gobierno en el estado, basta decir, por ejemplo, el uso discrecional del presupuesto o negar parte de el a los ayuntamientos pertenecientes a las siglas del Morena como en el caso del Fondo de Aportaciones Estatales para la Infraestructura de los Servicios Públicos Municipales.
Finalmente, el ansia autoritaria o de romper con la República, parece que solamente es un ansia electorera para tratar de imponer la agenda política en el País por parte de la oposición a fin de capitalizar los votos en las próximas elecciones del 2021, por su parte el Presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que, “si realmente tienen vocación democrática, tendrían que preguntarles a los ciudadanos de los estados que gobiernan” a manera de consulta si quieren abandonar el pacto federal.
En el contraste propuesto al inicio de esta columna, constatamos como siempre una parte de la sociedad nos lleva al recambio en los distintos regímenes, mientras otra se atrinchera en el statu quo, ya el pueblo de México decidió en el 2018 el cambio de este, entre tanto la alianza federalista apuesta por defenderlo, aunque en 2021 sabremos el desenlace de esta pugna.
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