La pasada semana se generó una controversia que no hacía presencia en la base militante y los simpatizantes del Movimiento Regeneración Nacional desde hace mucho tiempo, esta tenía que ver con el anuncio que hizo el Presidente Interino Alfonso Ramírez Cuellar acerca de la posible o probable alianza de Morena-PT-PVEM para encarar las elecciones del 2021, generó controversia en razón de que, primero el Dirigente Interino fue elegido para dar cauce a las elecciones internas que han sido hasta ahora pospuestas por la contingencia sanitaria que se vive en todo el mundo, en segundo porque desde las elecciones del 2018 la base del Obradorismo se han mostrado inconformes con algunas alianzas que llevaron al poder a ciertos personajes que ni deberían estar a la sombra del Morena.
Específicamente con el tema de la posible alianza de Morena con el Partido del Trabajo y el Partido Verde de México, se ha generado un intenso debate en las redes sociales obradoristas acerca de los alcances ético-morales de esta, por un lado, se reconoce al menos a nivel nacional la participación que ha tenido el Partido del Trabajo acompañando al Presidente Andrés Manuel López Obrador en sus previas elecciones, aunque en los escenarios locales sea diferente su posición, el Partido Encuentro Social no participaría en la misma al perder su registro, sin embargo, la adhesión que más ha sido cuestionada en ese tenor es la del Partido Verde, mismo que es conocido por su papel acomodaticio, aquel que en el 2000 formó junto con el PAN la elección que llevó a la presidencia a Vicente Fox y que a partir del 2003 realizó alianzas con el PRI para ir dejándolos solos poco a poco desde el 2015.
Así como el término “rémora” tiene un significado social que tiene que ver con algo o alguien que es un lastre, dificultad o traba para el que lo carga, este significado también se traslada al quehacer político cuando de organizaciones, alianzas, frentes o coaliciones se habla, el sentimiento de que la suerte de las “rémoras” define la suerte de la “nodriza”, es latente, más cuando se mezclan conceptos de ética política y congruencia ideológica para poder llevar a cabo el fin superior de cualquier organización, en este caso la cimentación de la Cuarta Transformación.
Y es que el PVEM a nivel nacional ha sido encasillado como una rémora política para todos sus aliados, no tiene mucho de sí que aportar y lo que aporta lo hace a un elevado costo, incluso algunos también consideran lo mismo sobre el PT. La ética política nos hace preguntarnos si, ¿la probable alianza del MORENA con el PVEM y PT constituye un lastre para la cimentación de la 4T? ósea, si este tipo de alianzas anquilosan el proyecto encabezado por AMLO.
¿Será que realmente las rémoras definan la suerte de la nodriza y no al contrario? la cimentación de la Cuarta Transformación debe ser sin lugar a dudas, el fin por el cual se tenga que luchar en las elecciones del 2021, la discusión y la negociación de esto definirá la posible consecución de una transformación de fondo y no solo un ilusorio intento.
Como nota al margen, será de especial análisis si la probable alianza de MORENA-PT-PVEM se replica en las elecciones locales concurrentes, en Michoacán por su parte algunos dirigentes han hecho comentarios acerca de que irían por sí solos.
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