Mundo. – La presión arterial alta (también denominada hipertensión) es una enfermedad grave que afecta a casi 65 millones de adultos, y suele denominarse la «asesina silenciosa» porque muchas personas no saben que la tienen.
Una investigación llevada a cabo por especialistas de las universidades Canterbury Christ Church y Leicester, con el propósito de evaluar la efectividad de distintas formas de ejercicio para reducir la presión arterial alta, ha demostrado que los ejercicios isométricos son los destacados vencedores. Los resultados revelan que estos ejercicios isométricos son el doble de eficaces que las pautas de ejercicio convencionales recomendadas para disminuir la presión arterial.
El estudio examinó 270 ensayos clínicos con 15,827 participantes, donde se compararon diferentes tipos de ejercicio para abordar la presión arterial elevada. Sorprendentemente, los ejercicios isométricos, que implican la activación muscular sin movimiento, como las planchas y las sentadillas (en la pared), ocuparon el primer lugar.
El informe, publicado en el British Journal of Sports Medicine, resaltó disminuciones notables tanto en la presión arterial sistólica como diastólica con todas las modalidades de ejercicio. Aunque otras formas de ejercicio, como los aeróbicos, el levantamiento de pesas y el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT), también demostraron efectos positivos en la presión arterial, los ejercicios isométricos se destacaron como los más efectivos.
En cuanto a la capacidad de prevenir la hipertensión, las sentadillas en la pared, que son ejercicios isométricos, y correr, que es una forma de ejercicio aeróbico, se identificaron como los ejercicios individuales más eficaces, logrando una efectividad de más del 90% en la reducción tanto de la presión sistólica como diastólica.
¿En qué consisten los ejercicios isométricos para la presión arterial alta?
Se trata de un método para tensionar los músculos a través de la contracción de las fibras musculares, sin que haya una modificación en la longitud de los músculos. Este tipo de ejercicio implica aplicar una fuerza intensa sin generar un movimiento de acortamiento o alargamiento en los músculos. En otras palabras, se produce tensión muscular al mantener una posición estática durante un período de tiempo determinado.
El líder de la investigación, Jamie O’Driscoll, destacó la singularidad de los ejercicios isométricos en términos de su eficacia para combatir la hipertensión. Explicó que estos ejercicios implican contracciones musculares, pero al no modificar la longitud de los músculos, se produce una compresión de los vasos sanguíneos que abastecen sangre a los músculos. Este cambio en el flujo sanguíneo y en el suministro de oxígeno durante el ejercicio es seguido por una relajación que desencadena un aumento significativo del flujo sanguíneo, lo que resulta en mejoras notables en la regulación circulatoria.
Las implicaciones de este innovador estudio son significativas y sugieren una reevaluación de las pautas actuales de ejercicio para la prevención y el tratamiento de la hipertensión.
¿Qué tipo de entrenamiento debo seguir? Entrenamiento de isométricos
O’Driscoll sugiere la inclusión de 4 sesiones de sentadillas en la pared, cada una con una duración de 2 minutos y descansos de 2 minutos entre ellas, tres veces por semana, como una táctica eficaz para disminuir la presión arterial. Asimismo, aboga por una rutina de ejercicios variada, que combine ejercicios isométricos con otros tipos de entrenamiento, para optimizar los beneficios para la salud.
Como pueden observar, este entrenamiento no necesita grandes instalaciones ni demanda mucho tiempo. Les presentamos un video de 8 minutos con 8 ejercicios isométricos. Así que manos a la obra, ahora el control está en sus manos, abdominales y piernas.