Fotografía de archivo
Inglaterra. – El próximo jueves, 1 de julio, los seguidores de la monarquía británica estarán pendientes del encuentro entre los príncipes William y Harry, hijos del príncipe Carlos y la fallecida princesa Lady Di, por la estatua que inaugurarán en honor a su madre.
Tal evento está marcado por la fuerte tensión que hay en la familia, tras que Harry y su esposa Meghan Markle decidieran apartarse de la realeza. Los hermanos, como se ha difundido ampliamente, tienen un ya largo enfrentamiento, pero decidieron hacer una tregua con motivo del acontecimiento, para que sus diferencias no empañen el acto, que pretende ser una celebración emotiva y que rescate el impacto positivo de la obra de su madre. Pero el enfrentamiento de los príncipes es solo uno de los varios escollos y contratiempos alrededor del monumento.
El más reciente “escándalo” que se conoció de la familia real tiene que ver con Markle, la esposa de Harry y quien recientemente tuvo a su hija, Lilibet Diana, a quien por cierto no han conocido los duques de Cambridge y tíos de la menor, Kate Middleton y el príncipe William.
El autor del libro platicó con un grupo de amigos de ambos hermanos, que el periodista describió como un grupo de apoyo “discreto pero preocupado” conformado por “compañeros de escuela, compañeros de juego, compañeros de juerga, compañeros de las Fuerzas Armadas, mentores reales y ayudantes”.
En su columna aseguró que la mayoría estaba de acuerdo en algo: en calificar de “pesadilla” a Meghan Markle. El experto en la realeza dice en su columna que, en una ocasión, cuando los amigos le preguntaron al príncipe William por su cuñada, él se quejó de la manera “despiadada” con la que, en sus palabras, “aquella maldita mujer” trató a sus empleados.
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Además, escribe que amigos cercanos de Harry admiten que “Meghan puede ser una pesadilla al 500 por ciento” y que se quejan de “las interminables relaciones públicas”. “Ella es tan… americana”, cita el autor a una de esas amistades. También, el grupo de amigos señala que la “falta de entendimiento” de Meghan con la relación de su esposo fue lo que llevó a la pareja a abandonar la corte y marcharse a vivir a Estados Unidos.
Fuente Semana.
