Zitácuaro, Michoacán.-En esta demarcación del oriente de Michoacán se están generando las condiciones para garantizar el abastecimiento de agua potable durante los próximos 40 años, a pesar de los recortes que sufrió el presupuesto a la Conagua desde 2016 e impactaron en los recursos entregados a los municipios.
Alejandro Zúñiga Camacho, director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Zitácuaro (Sapaz), perfiló el anterior escenario, pero al mismo tiempo reconoció que la cristalización de los proyectos hidráulicos en la localidad dependerán en gran medida de la capacidad de gestión de recursos tanto con los gobiernos federal como estatal.
En una entrevista con este medio en sus oficinas del organismo operador, el funcionario aseguró que Zitácuaro no está en foco rojo ni en materia de sobreexplotación de sus mantos acuíferos o contaminación de los mismos, como en otros puntos de Michoacán.
Zúñiga Camacho aseguró que en materia de tratamiento de aguas residuales, no se opera al ciento por ciento, pero se cumple con los estándares de la Conagua en dicho rubro.
“Estamos tratando un promedio de 150 a 170 litros por segundo y lo óptimo es de 270 litros por segundo. Alcanzaremos las metas una vez que rehabilitemos dos módulos e igual cifra de colectores”, subraya.
El director de Sapaz reseña luego que hasta finales de 2015 la Conagua entregaba un promedio de tres millones de pesos anuales para el tratamiento de aguas residuales.
“Esos recursos ya no llegaron a partir de 2016 por recortes al presupuesto de la Conagua, ocasionándonos un avance más lento en la rehabilitación e incorporación de equipo nuevo”.
Aquí hace una acotación para precisar que vía pago de servicio de tratamiento de aguas residuales de un padrón de 22 mil 500 usuarios, se capta cada anualidad una suma de entre tres y cuatro millones de pesos.
“Esa cantidad es insuficiente para la rehabilitación, mantenimiento y operación del sistema de tratamiento, de ahí la necesidad de buscar financiamiento en instancias federales y estatales”.
También asume que otro rubro que implicará fuertes inversiones es la rehabilitación del sistema de drenaje, en especial de la zona urbana.
“Con las obras de modernización de la Avenida Revolución se avanzó una parte, pero faltan por atender y rehabilitar subcolectores en algunas zonas del oriente y poniente de la ciudad”.
Zúñiga Camacho aborda además el rubro de la calidad de agua y destaca que en seis pozos profundos que abastecen del vital líquido a la demarcación hay un ciento por ciento de trabajo de desinfección.
De acuerdo con el director del organismo operador de agua, periódicamente la Jurisdicción Sanitaria realiza exámenes de calidad y certifica que el vital líquido esté libre al 100 por ciento de impurezas.
Por último, Zúñiga Camacho habla de un problema común en casi todo el país, el de las fugas de agua y el fuerte desperdicio que ello conlleva.
“En la medida en que resolvamos ese problema e incrementos el volumen de tratamiento de aguas residuales, tendremos fuertes posibilidades de acceder a más estímulos vía Proder y Prosanear”.
Es importante apuntar que la entrevista con el funcionario tuvo como contexto un informe según el cual 70% de lagos, lagunas, ríos, y otros cuerpos de agua en México tienen algún grado de contaminación.
De acuerdo con el Primer Informe Contraloría Social, realizado al Programa de Tratamiento de Aguas de la Conagua, el gobierno desconoce la calidad en la que están más de la mitad de los 653 acuíferos que hay en el país.
Profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana, en alianza con Controla Tu Gobierno, A.C., analizaron el Programa de Tratamiento de Aguas Residuales que desarrolló Conagua entre 2009 y 2016, y en el que se invirtieron 12 mil millones de pesos.
El objetivo de dicho programa era alcanzar el 57% de la cobertura en el tratamiento de aguas residuales de los municipios de todo el país, a través de la operación y rehabilitación de las Plantas de Tratamiento; sin embargo, el INEGI informó que solo 34 de cada 100 municipios cuentan con el servicio de tratamiento de aguas residuales.
En el informe se advierte que el programa de Conagua vigiló apenas el 1.7%, de las 275 mil 300 del total de concesiones registradas para hacer extracciones de agua del subsuelo en todo el país.
“No se inspeccionaron las descargas de aguas residuales en 5 de cada 6 acuíferos, lo cual hace muy difícil saber a ciencia cierta cuánta del agua residual se vierte sin tratar a los ecosistemas, y dimensionar los riesgos que esto implica para la salud de la población”, señalaron.