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México.- El diputado federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Porfirio Muñoz Ledo, se convirtió en uno de los mayores críticos de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Hace unos meses, lo cuestionó por su política migratoria y hacerle un “favor oscuro” a Estados Unidos, también le lanzó críticas por su postura ante la epidemia de COVID-19, y ahora por avalar la ampliación de 4 a 6 años la presidencia de Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
“Me opongo, con toda la fuerza de mi ser, a una violación tan flagrante, innecesaria y absolutamente revertible a la Constitución… Me opongo con toda la fuerza y convicción de mi ser, con todo el esfuerzo memorioso que hemos hecho desde 1988 para instaurar en el país un orden democrático y no una república autoritaria a este insensato proyecto de violar la Constitución Política del país”, dijo el político durante la discusión de las reformas del Poder Judicial en la tribuna de la Cámara de Diputados.
Hablaba el hombre que el 1 de septiembre de 1988 interrumpió por primera vez a un presidente de la República en la lectura de su discurso en la entrega del Informe de Gobierno ante el Legislativo.
Aquella ocasión, la voz grave de Muñoz Ledo -con 55 años de edad- surgía desde las curules y se transformaba en grito. El político quería subir a la tribuna para presentar pruebas de “fraude” en los comicios efectuados ese año, en los que habría triunfado Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y no Carlos Salinas de Gortari.
El entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado (fallecido) detenía la lectura y se echaba un poco hacia atrás. Eran los tiempos en que el Primer Mandatario hablaba durante horas en el palacio legislativo al rendir cuentas ante el Legislativo y luego salía a recorrer las calles aledañas al centro histórico de la capital del país en un Lincoln descapotable debajo de una lluvia de confeti tricolor. Era “el día del Presidente”.
Con su reclamo, Muñoz Ledo rompió con la tradición. Y aunque salió del salón de sesiones entre empellones y manotazos, su imagen con el dedo índice levantado le dio la vuelta al mundo. Ya nada volvió a ser lo mismo.
La madrugada de hoy, 33 años después, en la discusión de la reforma judicial a la que se opone, el político se remitió a ese pasaje como el punto de partida de “una transformación” en el país. Así, lanzó durante 1 hora y 24 minutos lanzó una cadena de críticas a los diputados de su partido, al presidente Andrés Manuel López Obrador y a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Fuente: Expansión Política