Ciudad Juárez , Chihuahua ,México,25 de nov 2013.-El pasado domingo ocho miembros de una misma familia murieron por una deuda ridícula, entre ellos un niño de 7 años, una niña de 4 y otra de 6.
Una deuda de 1.500 pesos, apenas 85 euros, estaría detrás de la masacre de ocho miembros de una familia en Ciudad Juárez, el pasado domingo. Las víctimas –tres mujeres, dos hombres, un niño de 7 años y dos niñas de 4 y 6– fueron atadas y amordazadas para, finalmente, ser asesinadas a machete. Enrique Villareal, fiscal de Investigación y Persecución del Delito en la Zona Norte, dio a conocer que el padre de familia, Máximo, que organizaba peleas de perros, tenía una deuda de 1.500 pesos con uno de los asesinos por el cruce de unos cánidos. Según las primeras pesquisas, los asesinos no acudieron al hogar familiar con la intención de cometer el múltiple homicidio, pues para llevar a cabo su crimen utilizaron un arma blanca que encontraron en la cocina de la vivienda. Al menos uno de los sospechosos conocía a la familia y asesinó a los menores para evitar que pudieran reconocerlo. «La situación se descontroló y por ello los mataron».
Cruce de perros
La Fiscalía General de Chihuahua ya ha detenido a dos hombres como presuntos responsables del delito. Se trata de Jesús Daniel Mendoza Hernández, «El Tomate», de 21 años, y Edgar Uriel Luján Guevara, de 31. Otros dos responsables de la matanza permanecen prófugos. «Manifiestan que se trata de un problema con los fallecidos. Máximo, que era el jefe de la casa, había realizado un acuerdo con uno de los homicidas en relación a unos perros rotwailer de pelea, de un cruce que realizaron y que le cobraron la cantidad de 1.500 pesos».
Mendoza dijo a los reporteros que él sólo montó guardia fuera de la casa, mientras que fue Luján quien acuchilló a las víctimas. Asegura que escuchó gritos y cuando entró al domicilio vio dos personas muertas. Entonces, revisó los bolsillos de los cadáveres, tomó 2.500 pesos (140 euros) y huyó. El fiscal señaló que los otros dos sospechosos en fuga también habrían participado en los asesinatos y apilaron en camas los cuerpos de los tres niños, encima de los cinco adultos.
Además de su confesión, entre los elementos de prueba contra los dos individuos capturados se encuentran rastros de sangre en la ropa y el propio cuchillo que fue utilizado para asesinar a la familia.
fuente: abc.es