Por Redacción Expresso
En el clásico de verano entre Estudiantes y Gimnasia hubo más piñas y patadas que goles y jugadas bonitas. Siempre es un partido caliente, cierto, pero debía ser un amistoso y terminó en un bochorno.
El partido fue picante, como era de esperarse. Todo se empezó a escapar de las manos del árbitro tras esta entrada de Pereira a Oreja, más propia de una combinación de artes marciales que de fútbol. Hubo roja directa, más que merecida, pero los jugadores de ambos equipos empezaron a perder el control por completo.
Cerca del final del partido se fue expulsado Ascacibar por una fuerte entrada por atrás y el partido se transformó en una pelea callejera. Suplentes y cuerpos técnicos invadieron la cancha y solo quedó tiempo para un espectáculo vergonzoso que hoy se verá en el mundo entero.
A Israel Damonte le lanzaron un golpe a traición, Mariano Andújar se plantó y comenzó a tirar piñas en cuanto rostro rival se le cruzaba, pero al caer al piso terminó siendo golpeado salvajemente por Mazzola y otros jugadores de Gimansia.
Este partido de amistoso no tuvo nada…
Otro partido de verano que da vergüenza ajena y la pregunta final que queda es la misma de siempre: ¿Hasta cuándo?