“Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie”.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
En las próximas horas el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, realizará el segundo reajuste a su gabinete en poco más de dos años de gestión, cambio -por cierto- que generará más interrogantes que certidumbres sobre el rumbo de un gobierno que hizo muchas promesas, pero que, hasta la fecha, ha cumplido u honrado pocas.
Los múltiples problemas que heredó el hoy titular del Ejecutivo estatal fueron muchos y complejos, de manera tal que la superación o solución de los mismos requerían de la integración de un equipo de colaboradores altamente eficaces o eficientes.
Michoacán encara desafíos importantes y peligrosos en varias asignaturas –educación, salud, finanzas, seguridad pública, alta dependencia de recursos federales, etc- que no permiten emprender experimentos en materia de función pública y gobernanza.
Ciertamente, en los primeros dos años de la administración silvanista se moderaron algunos conflictos y, de alguna manera, se detuvo la descomposición del tejido social.
Sin embargo, la problemática es tan profunda y compleja que presumir que la superación de la misma estaba en curso, sólo fue un acto mediático y para consumo de las clientelas políticas del partido en el poder en Michoacán y de los beneficiarios de las acciones y obras del gobierno estatal.
Aunque el mandatario estatal buscará enviar mensajes de continuidad y confianza, ningún analista político o periodista serio podrá soslayar que los cambios constantes evidencian falta de resultados a poco más de una tercera parte consumida de la gestión de Aureoles Conejo.
Hasta el cierre de esta colaboración, Michoacán ha tenido dos secretarios la SEE, dos en la SSP, dos en Cocotra, dos en la SPI, dos en Sedrua y tres en la SSE.
Llegaron, entre otros, Juan Bernardo Corona Martínez, Alberto Frutis Solís, Francisco Huergo Maurín, Claudia Chávez López, Silvia Hernández Capi, Elias Ibarra y Martín García Avilés.
Algunos como José Antonio Bernal Bustamante, Silvia Figueroa Zamudio, Israel Tentory García, de Juan Carlos Barragán Vélez, Liliana López Buenrostro, Carlos Aranza Doniz y Ángel Alonso, salieron del gabinete o fueron reacomodados en otros espacios. También hubo movimientos en la Sedeco, el SMRTV y el instituto del Artesano.
Esa reestructuración, decidida a mediados de octubre pasado, pareció profunda e incluso fue vendida como necesaria para alcanzar las metas que Aureoles Conejo plasmó en su plan estratégico de gobierno.
Un año después, los buenos resultados brillan por su ausencia en varias de las principales asignaturas, como seguridad pública, educación, salud, pueblos originarios y desarrollo social, entre otros.
Desde el viernes por la noche, algunos medios estatales filtraron versiones del primer círculo de colaboradores del titular del Ejecutivo en el sentido de que a más tardar el lunes 16 de octubre habrá relevos en algunas de las posiciones más importantes de la administración.
Se mencionaron los nombres de Fabiola Alanís Sámano, actual secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de la Mujer (Seimujer), quien remplazaría a Miriam Tinoco Soto en la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh).
¿Qué desempeño acertado tuvo la también exlideresa estatal del PRD para que Aureoles Conejo la premie?
Un dato contundente: la cifra de mujeres asesinadas en Michoacán del 1 de enero a la primera semana de octubre fue de 112.
La dependencia a cargo de Alanís Sámano es la responsable de vigilar la activación de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y de acuerdo con agrupaciones civiles feministas su desempeño es pobre.
A la Seimujer, llegaría Gabriela Molina, exdiputada local y con una polémica gestión en el SMRTV.
Un versión más filtrada a los medios informativos estatales es la de que el actual alcalde de Zitácuaro, Carlos Herrera Tello, remplazaría en Cedemun a Carlos Paredes Correa, quien ocuparía el lugar de Miguel Alonso Olamendi, en la Secretaría Particular del gobernador.
Este movimiento huele más a futurismo político, toda vez que el jefe de la Comuna zitacuarense tiene poca proyección estatal y desde el Cedemun buscaría una plataforma para luchar por la diputación federal del distrito electoral 03 en 2018.
Con el cambio a Herrera Tello también se le buscaría evitar más desgaste político, ya que su programa de obra pública en Zitácuaro ha sido polémico y no son pocos los habitantes y futuros electores quienes lo cuestionan.
Otros movimientos que también son esperados es en la Sedrua –Pascual Sigala, diputado local con licencia, por Francisco Huergo Marín- y en la Cecufid el ex jugador Heriberto Ramón sustituiría a Edna Díaz.
Los movimientos que generan más expectativa social e informativa y aún estarían en consideración, son en la SSP, en la SG y en la PGJE.
Algunos analistas creen que Juan Bernardo Corona Martínez (SSP) remplazaría a Adrián López Solis (SG), quien a su vez ocuparía la posición de Martín Godoy Castro (PGJE).
Fuentes cercanas al gobierno estatal confiaron a este medio que la mayoría de los movimientos ya están consensuados y prevalece el intercambio de ideas en los temas de la SG, la SSE y la PGJE.
El desempeño de Corona Martínez no ha sido del todo aceptable y juega contra él el repunte de los delitos del fuero común en toda la entidad, amén de la escalada de homicidios dolosos a lo largo de los últimos meses.
Sobre los resultados de López Solís, hay más positivos que negativos. Analistas políticos y periodistas estatales destacan que ha tenido un accionar relevante en evitar que conflictos añejos con los maestros, normalistas y grupos originarios se desborden a niveles del pasado reciente.