Zitácuaro, Michoacán.- Unidad es la palabra que más pronuncia el diputado federal y líder estatal del PRI, Víctor Silva Tejada. De hecho la hizo su estandarte en el actual proceso de renovación de los consejos políticos en los 113 municipios de Michoacán, de cara a la realización, en agosto próximo, de la Asamblea General del tricolor, cónclave en el que se esperan importantes definiciones para las elecciones de 2018.
Los objetivos de Silva Tejada, sin embargo, están el riesgo de ser alterados en esta demarcación del oriente del estado, donde la militancia priísta sigue aún dividida por la contienda electoral de 2015, en la que dicho instituto político perdió la gubernatura y una cantidad significativa de presidencias municipales y curules en el Congreso local.
El proceso para la elección de consejeros arrancó con una serie de inconformidades por la designación de un delegado, el huetamense Virgilio Pineda, a quien algunas cabezas de grupos no consideraban capaz de llevar la unidad al PRI local tras una labor de consensos y acuerdos.
Pineda se ha reunido con viejos militantes y expresidentes de extracción priísta, pero sus esfuerzos resultaron insuficientes hasta la fecha.
Es más, en un par de encuentros con la militancia, abiertos a los medios de comunicación, afloraron las profundas divisiones que persisten en la agrupación.
La última de ellas ocurrió hace una semana, a propósito de la publicación de la convocatoria para la integración del consejo político del PRI en este municipio.
En dicha ocasión, el exdiputado local y excandidato a la alcaldía Juan Carlos Orihuela Tello y el exedil y empresario del transporte público Cenobio Contreras Esquivel, protagonizaron un duelo verbal que puso en evidencia el fracaso de la encomienda de Pineda.
Grosso modo, Orihuela Tello llamó a darle una renovación a fondo al PRI, no sin antes realizar un ejercicio autocrítico de los factores que propiciaron la derrota del tricolor tanto a nivel local como estatal.
Directamente dijo que su campaña fue afectada por traiciones provenientes de algunos militantes del tricolor, quienes –abundó- tienen hoy a varios de sus allegados y colaboradores trabajando en la administración que preside el empresario constructor perredista Carlos Herrera Tello.
La confrontación verbal no pasó a mayores, pero entre las bases priístas quedó un amargo sabor de boca y la interrogante sobre la forma cómo habrán de procesarse las diferencias para alcanzar la unidad que tanto pregona Silva Tejeda.
Este medio conoció que la meta de la dirigencia estatal de que únicamente sea una planilla la que se registre para la renovación del consejo político, no será alcanzada en Zitácuaro, a contracorriente de los demás municipios de la geografía michoacana.
Será precisamente Orihuela Tello quien encabezará el registro de otra planilla antes de que fenezca el plazo establecido en la convocatoria, que es el sábado próximo.
El exdiputado local y excandidato a la alcaldía incorporaría a militantes que habrían sido excluidos en la otra fórmula, una planilla en la que estarían predominando priístas cercanos a expresidentes municipales emanados del tricolor.
En breve plática con este medio, Orihuela Tello rechazó que el PRI “premie” a quienes en pasados procesos comiciales traicionaron a las causas del partido, tanto a nivel local como estatal.
Sostiene que es el mejor momento para renovar a fondo al PRI y ser una opción competitiva en los comicios de 2018.
El exlegislador asegura que se manda un pésimo mensaje a la ciudadanía permitiendo que en el tricolor sigan militantes de dudosa honorabilidad y quienes ya están plenamente identificados por la población tras su comportamiento en las pasadas elecciones locales.