En ocasiones anteriores, hemos intentado iluminar el tema de la encuesta como método de toma de decisiones por parte del Movimiento Regeneración Nacional, un método que dejo de lado a una buena parte de la militancia que por décadas construyo un instituto político que ahora sufre de sus desorganizaciones internas y peleas por las candidaturas. La encuestitis que padece morena lo ha llevado a un pragmatismo muy elevado, entendiéndose esto como la búsqueda de la victoria por casi cualquier medio, en este caso el de otorgar las candidaturas a los viejos políticos encumbrados que sí o sí son reconocidos.
A veces la connotación del pragmatismo suele causar una concepción mala pero no errónea de lo que supone actuar con pragmatismo, utilizar todos los medios para lograr una finalidad, para el Morena esta finalidad se supone es la regeneración de la vida pública en México y la transformación de nuestro País. En este momento, los medios parecen ser los políticos tradicionales que de alguna manera se han implantado durante décadas en la sapiencia de la comunidad, que son conocidos, reconocidos que tienen fama y en algunos casos muy mala fama, para que ellos hagan uso de su experiencia y estructuras para ganar una elección.
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El pragmatismo de esta manera señalo el uso de las encuestas abiertas a toda la población, en donde cualquier persona independientemente de que fuera militante o no del Morena pudiera participar en ellas, otorgando de alguna manera una ventaja a los políticos que ya tenían una carrera hecha y que ni siquiera necesitaban realizar proselitismo político para darse a conocer. Este pragmatismo que puede resolver diferencias políticas de manera rápida mediante la utilización de una estadística de conocimiento en la población y apuntalar candidatos que pueden ganar fácilmente en su distrito, municipio o estado debe encontrar sus límites éticos dentro de la autocrítica de un instituto político que últimamente se encuentra en conflicto.
Es mucho pragmatismo el querer tener una visión electorera exclusivamente, es mucho pragmatismo incorporar a los políticos que en algún momento traicionaron a la sociedad, es mucho pragmatismo querer resolver todos los conflictos mediante encuestas, es mucho pragmatismo el carácter autoimpuesto de conseguir la victoria sin importar los medios para conseguirla. Es mucho el pragmatismo que ahora permea en el Movimiento Regeneración Nacional que en este momento parece que se ajusta simplemente a la medida de la oposición que terminó juntándose a nivel nacional para poder arrebatarle las preferencias del electorado.
Finalmente, este pragmatismo tendrá que ser entendido por los simpatizantes y los militantes del Morena en su justa medida, no solo para lograr su finalidad, sino para poder auto limitarse en este tipo de ejercicios.
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