Corea del Sur. – La crisis política en Corea del Sur se agudizó este lunes cuando el Ministerio de Justicia prohibió al presidente Yoon Suk-yeol salir del país, mientras investiga si su reciente declaración de ley marcial equivale a un intento de insurrección. Esta medida se enmarca en una serie de consecuencias derivadas de la orden de ley marcial emitida por Yoon la semana pasada, que provocó protestas generalizadas pidiendo su destitución.
El fiscal jefe, Oh Dong-woon, solicitó la prohibición de viaje mientras la fiscalía investiga la implicación de funcionarios en la orden de ley marcial. La acción refleja la creciente pérdida de control de Yoon sobre su gobierno, a pesar de haber colocado a leales en puestos clave. Además, el ministro del Interior, Lee Sang-min, dimitió el domingo, y la situación política se ha visto acompañada de tensiones dentro del Ejército.
Los opositores acusan a Yoon de organizar una insurrección tras enviar tropas a la Asamblea Nacional para desalojar a los legisladores durante la ley marcial, lo que podría llevarlo a enfrentar cargos graves. Aunque la Asamblea intentó destituirlo, la votación fue boicoteada por su partido, lo que dejó al país en un vacío de liderazgo. La crisis también ha afectado a los mercados financieros, con la moneda surcoreana cayendo y el índice bursátil desplomándose.
La situación se desarrolla en medio de incertidumbre política interna y desafíos externos, lo que ha generado dudas sobre la estabilidad democrática de Corea del Sur.