México. – El estudio Desiertos Informativos en América Latina, impulsado por la Fundación Gabo y liderado en México por la organización periodística Quinto Elemento Lab, hizo un esfuerzo por mapear los lugares donde no existen las condiciones idóneas para ejercer el periodismo local. Para este fin, se seleccionó una muestra que representa el 14% del territorio nacional: 351 municipios en los 31 estados y la Ciudad de México.

Un equipo de 18 co investigadores en terreno, un área estadística, una verificadora y una coordinación nacional estudiaron 849 proyectos periodísticos en los 351 municipios escogidos. El análisis arrojó la siguiente categorización para la muestra estudiada en México: 149 municipios (42,5%) son desiertos informativos; 93 municipios (26,5%) son semidesiertos informativos, 61 municipios (17,4%) son semi bosques informativos, 48 municipios (13,6%) son bosques informativos.



La investigación reveló que en casi la mitad del territorio estudiado existen condiciones sumamente débiles para el ejercicio del periodismo local. En algunos casos, se trata de municipios con ausencia total de medios y periodistas; en otros, de lugares con una prensa arrinconada por la violencia, altamente dependiente del financiamiento público, o con periodistas condicionados por la censura y autocensura impuesta desde los
círculos del poder o desde las armas. Las comunidades que más se enfrentan a estos desiertos informativos suelen estar en lugares alejados, en zonas rurales o en territorios indígenas, donde la pobreza estructural y la violencia son parte del diario acontecer.


Hegemonía partidaria y leyes que atentan contra la libertad de prensa y expresión
La planeación del estudio en México inició en octubre de 2024, y coincidió con la llegada a la Presidencia de Claudia Sheinbaum, y cuando la hegemonía de Morena quedó cimentada, con mayoría en las cámaras de diputados y senadores, el 75% de las gubernaturas, y más de la totalidad de municipios del país. Posteriormente, el levantamiento de encuestas a medios, que se realizó entre febrero y marzo de 2025, coincidió con la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el organismo independiente utilizado por periodistas para investigar y transparentar gastos públicos, evidenciar violaciones a los derechos humanos, revelar casos de corrupción y documentar la ejecución de megaproyectos con impacto socio-ambiental, entre otros; y aunque las leyes de transparencia siguen existiendo, ya no habrá un árbitro imparcial cuando las dependencias públicas nieguen información a ciudadanos y periodistas.

Entre los meses de abril y mayo, durante el análisis de los datos recolectados por el equipo de
investigación, fueron aprobadas nuevas leyes federales en materia de telecomunicaciones, seguridad e inteligencia que organizaciones civiles han criticado duramente, pues abren la puerta a que el gobierno bloquee discrecionalmente plataformas digitales, otorgue o retire concesiones de radio y televisión bajo consideraciones políticas, o intervenga y vigile comunicaciones electrónicas de ciudadanos y periodistas sin
la necesidad de una orden judicial.
México: Se estudió el 14 % del territorio nacional, con muestras en
todos los estados para asegurar representación geográfica
849 proyectos periodísticos encuestados
351 municipios y alcaldías observados
Estos son los cinco hallazgos principales del estudio Desiertos Informativos en
México:
1) Alta dependencia del financiamiento público: el ecosistema informativo mexicano
presenta un modelo financiero altamente expuesto a fuentes institucionales y comerciales
que pueden condicionar la autonomía editorial. Aunque existen esfuerzos de diversificación, las formas de financiamiento más frecuentes siguen siendo frágiles desde el
punto de vista de la independencia.

2) Concentración en grandes ciudades y en manos privadas: La distribución de los medios
y periodistas en los estados muestra que existe una concentración en las principales
ciudades. En el otro extremo, los municipios más alejados, ubicados en zonas rurales, en
territorios indígenas, o con problemas graves de seguridad, son en su mayoría desiertos y
suelen tener uno o dos medios por localidad, a veces ninguno. Respecto al tipo de
propiedad, el estudio encontró que un 68% de los medios son empresas privadas y un 14%
son emprendimientos informales. Solo una minoría de proyectos busca modelos de
propiedad alternativos
3) Predominio del modelo digital y vulnerabilidad laboral: Facebook predomina como la
plataforma de publicación más utilizada por los medios, seguido del uso de una página
web, con creciente uso de plataformas como Instagram, YouTube, TikTok o canales de
mensajería La mayoría de los medios (77%) publican diariamente y en tiempo real, lo que
impone un ritmo vertiginoso de trabajo para crear contenidos en múltiples plataformas, y
ante estas exigencias de inmediatez se suman modelos de contratación débiles, que
ofrecen poca estabilidad a los periodistas

4) Amenazas contra la prensa: ninguna entidad libre de agresiones: Las respuestas
recibidas indican que ninguno de los 351 municipios y alcaldías estudiados queda libre de
este fenómeno violento infiltrado al interior de las redacciones. En las 32 entidades
mexicanas, los medios reportaron haber recibido amenazas de varios tipos y niveles que
van desde agresiones, amenazas directas y digitales, acoso judicial y presiones
provenientes tanto de actores criminales como gubernamentales. Artículo 19 documentó
639 agresiones contra periodistas en 2024, un incremento del 14% respecto del año
anterior, y según esta organización, el Estado mexicano y autoridades de gobierno fueron
responsables del 45% de esas agresiones.
5) Censura y autocensura: De acuerdo con lo observado por los coinvestigadores durante
el curso del levantamiento de encuestas entre medios y periodistas, muchos aseguraron
que factores como el miedo a perder el trabajo o incluso la vida los ha llevado a desarrollar
estrategias de autoprotección, como hacer coberturas en grupo, viajar en caravanas,
recurrir a la encriptación de mensajes y correos, firmar notas sin nombre o incluso a tomar
la medida más extrema: la decisión de no investigar ciertos temas y evitar publicar
determinados contenidos. La censura en México puede provenir de actores externos,
poderes institucionales o fácticos, sin embargo, el fenómeno de la autocensura “nace por
iniciativa personal, fundada en el temor para evitar la represión”, según afirma un análisis
de Global Media Journal sobre la perspectiva de los comunicadores locales.
Observar los Ecosistemas Informativos y mapear el estado del periodismo: el origen del estudio

Inspirada en un estudio precedente realizado en Argentina durante 2020, la Fundación Gabo decidió estudiar los ecosistemas de noticias locales en cinco países de América Latina: Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. Para ello, conformó una red de trabajo que articuló a organizaciones periodísticas y académicas con profundo conocimiento de sus respectivos contextos nacionales. Los resultados del estudio revelan una crisis estructural del periodismo local. En los cuatro países analizados —Argentina, Chile, México y Perú—, los ecosistemas áridos (desiertos y semidesiertos informativos de noticias locas) superan el 65% del territorio. Es decir, la mayoría de las comunidades vive en contextos donde el periodismo está restringido, no ha conseguido consolidarse de forma estable o enfrenta condiciones precarias para su ejercicio. Esta aridez se expresa no sólo en la ausencia de medios, sino también en modelos de negocio frágiles, alta dependencia de recursos públicos, formas de vinculación que no aportan seguridad laboral, censura, autocensura y, en muchos casos, riesgos para la seguridad de los periodistas. La presencia de medios, por sí
sola, no garantiza un ecosistema saludable: muchos operan con recursos mínimos, sin independencia ni sostenibilidad.
¿Tu comunidad vive en un desierto o en un bosque informativo? Haz click
en cualquier país para conocer la clasificación de sus territorios y el perfil
de sus ecosistemas informativos.
DATOS MEXICANOS PARA USAR EN RECUADROS:
MÉXICO FINANCIAMIENTO DE MEDIOS: el peso de la pauta oficial y la opacidad en su distribución coinciden con una cobertura limitada de temas de fiscalización del poder, lo que configura un entorno riesgoso para la pluralidad informativa y la democracia local. 34% de los medios encuestados (292 de 849) indica que 50% o más de sus ingresos proviene de
la financiación pública.
38% (322 medios) opta por “No sabe / No contesta”. Esta ausencia de información dificulta
evaluar la independencia financiera real de los medios.
MÉXICO PRECARIEDAD LABORAL: La mayoría de los proyectos periodísticos en los países estudiados recurren a formas de vinculación que no garantizan empleo continuo, formal ni bien remunerado. Esta precariedad limita la posibilidad de hacer periodismo de profundidad, formar equipos estables y asegurar condiciones laborales dignas. Cuando no hay seguridad económica, los periodistas difícilmente pueden dedicarse plenamente a la investigación, al seguimiento de temas complejos o a la construcción de fuentes confiables, elementos clave del periodismo de calidad. El 34% de los proyectos periodísticos (284 de 849) ofrece contratos indefinidos.
El resto del ecosistema se sostiene en una combinación de modalidades inestables: trabajo
independiente (185 medios), contratos por pieza o cobertura (129), comisiones ligadas a la
venta de publicidad (103), empleo informal (102) y voluntariado no remunerado (91)
MÉXICO AMENAZAS A PERIODISTAS: niveles preocupantes de todas las categorías. Llama la atención que las agresiones gubernamentales reportadas superan a las del crimen organizado. 18% amenazas digitales, 15% directas.
Destacan además las presiones gubernamentales (14%) y las económicas (9%), junto a la
influencia del crimen organizado en el 6% de los casos.
Adicionalmente, el 5,5% de los medios (47 proyectos) reportó agresiones físicas graves durante 2024, lo que confirma que la violencia contra periodistas se materializa en ataques que ponen en peligro la vida de los comunicadores.
MICHOACÁN
Informe | Dalia Martínez
El proyecto periodístico estándar en Michoacán funciona a través de una página o perfil de Facebook. En él trabajan en promedio 8 periodistas en promedio, 39% de los cuales son mujeres. La vinculación laboral preponderante es el trabajo independiente y la comisión por venta de espacios publicitarios. Sus fuentes de ingreso más importantes son el contenido patrocinado, la pauta de venta directa, la creación de contenido para clientes y la financiación pública. Esta última representa alrededor de la mitad de sus ingresos. El medio asegura que el 90% de su agenda informativa está dedicada a temas locales y predomina la cobertura de gobierno y política local, seguridad y convivencia, así como emergencias y desastres. A finales de 2024, un periodista local fue asesinado tras realizar una transmisión en vivo con el alcalde de su municipio.
Ubicado en el occidente de México, Michoacán tiene una población de unos 4.7 millones de habitantes según el último censo y es uno de los estados con más emigración: se calcula que otros 3.5 millones de michoacanos residen en Estados Unidos. El estado destaca por su agricultura, particularmente en la producción de aguacate, del cual es el mayor productor a nivel mundial. Este ‘oro verde’ ha sido motivo de disputas internas con el crimen organizado e internacionales por temas arancelarios.
Aproximadamente el 60% de la población vive en áreas urbanas, mayoritariamente en las ciudades principales: Morelia (capital), Uruapan, Zamora y el puerto de Lázaro Cárdenas, un nodo estratégico para el comercio internacional. En la zonas rurales hay una marcada presencia de comunidades indígenas como los purépechas, mazahuas y otomíes, que conservan costumbres, lenguas y tradiciones, como el Día de Muertos en Pátzcuaro, una festividad admirada y replicada mundialmente.
Para esta investigación se estudiaron 16 de los 113 municipios de Michoacán. Participaron 32 proyectos periodísticos donde laboran 259 periodistas, de los cuales 102 son mujeres. El grupo diverso más representado es el de la comunidad LGBTQIA+ en 8 redacciones, seguido por personas indígenas en 7 de las redacciones analizadas.
En Michoacán se encontró una alta precariedad laboral entre los periodistas, pues la mayoría de los medios revelaron que operan con esquemas que no ofrecen protección legal y seguridad a sus empleados. La forma más popular de empleo es a través de trabajo independiente (con 15 respuestas), seguida de la comisión por venta de publicidad (12), el trabajo voluntario (9) y el pago por notas o coberturas específicas (8). Los contratos formales por tiempo indefinido son apenas utilizados por 7 medios de la muestra y los contratos formales temporales por 5.
El tipo de propiedad más representativa es la privada (24 respuestas), aunque el estudio pudo detectar la presencia de cooperativas (3) y un proyecto comunitario. La agenda informativa de los medios está dominada por temas de gobierno y política local, seguridad y convivencia, así como de emergencias y desastres. La mayoría publica diariamente y en tiempo real, predominantemente en plataformas como Facebook (30) y sitios web (21), además de usar canales de difusión de contenido como YouTube, Instagram y TikTok.
Los resultados de la encuesta revelan que en Michoacán existe una alta dependencia de los medios hacia la publicidad oficial, pues 19 de los 32 medios participantes aseguran que la mitad o más de sus ingresos totales proceden del sector público. Esto significa que 6 de cada 10 proyectos periodísticos en la muestra estudiada del estado tienen una elevada dependencia al dinero gubernamental. Además del financiamiento público, los medios revelaron que entre las principales fuentes de ingresos figuran el contenido patrocinado y los publirreportajes, la creación de contenido para clientes y la pauta de venta directa. En menor medida los medios obtienen recursos económicos de suscripciones, venta de productos, pauta programática y servicios de consultoría.
En Michoacán es observable el común surgimiento de medios digitales para apoyar un proyecto político o para denostar a otros, especialmente en tiempos electorales. La respuesta de las encuestas fue un proceso lento y con dificultades debido a la desconfianza que prevalece entre el propio gremio periodístico.
Los resultados obtenidos permitieron categorizar el ecosistema informativo del estado de la siguiente manera:
9 municipios son desiertos informativos (56%)
4 municipios son semidesiertos informativos (25%)
0 municipios son semibosques informativos (0%)
3 municipios son bosque informativos (19%)
Más de la mitad de la muestra observada son desiertos informativos (Apatzingán, Buena Vista, Cherán, Huetamo, La Huacana, Tepalcacatepec, Tiquicheo, Zacapu y Zitácuaro). Se trata de lugares que han sido tomados por el crimen organizado, la lucha con autodefensas y por la corrupción. Periodistas de estas zonas han sido obligados a desplazarse ante las amenazas y la imposibilidad de ejercer el oficio. En algunos de estos sitios también influye la geografía, que apenas permite el acceso humano e imposibilita el acceso a internet. En estos lugares los habitantes suelen comunicarse con dificultades a través de radios de onda corta.
Los 4 semidesiertos informativos (Jiquilpan, Los Reyes, Sahuayo y Zamora) son municipios donde, a pesar de la existencia de proyectos periodísticos y la presencia de periodistas, hay una presión sobre los medios por parte del crimen organizado y de las autoridades gubernamentales, lo que obstaculiza seriamente la publicación y difusión de información. Se trata de ciudades pequeñas donde las personas y sus actividades son fácilmente identificables, por lo que la seguridad se ve comprometida. En estos lugares fue relevante encontrar grupos en redes sociales donde los periodistas se unen para compartir información y apoyo mutuo, o hacer coberturas en caravana como forma de autoprotección.
Los bosques informativos se localizaron en Morelia, Uruapan y Lázaro Cardenas, los principales centros urbanos del estado donde hay una presencia más nutrida de periodistas y cobertura mediática. Aún en estas ciudades existe una alta dependencia del financiamiento público de los medios y su labor no escapa de la violencia criminal. A finales de 2024, un periodista de 25 años fue asesinado en Uruapan minutos después de haber realizado una transmisión en vivo sobre un incendio en el centro del municipio.
Casi la mitad de los proyectos periodísticos encuestados (14) respondieron que no han recibido amenazas recientemente y 6 más se abstuvieron de responder sobre este tema. Los demás medios participantes dijeron haber recibido hostigamientos de distintos tipos y niveles, desde amenazas directas (9), presiones gubernamentales (8), presiones económicas (7), amenazas digitales (6), acoso judicial (5) y agresiones físicas graves (1). La organización de derechos humanos Artículo 19 ha documentado el asesinato de al menos 4 periodistas en Michoacán entre el año 2000 y el 2025, y a lo largo de este tiempo ha realizado diversos exhortos a las autoridades estatales y municipales por casos de acosos, amenazas y agresiones en contra de comunicadores locales.







