Canadá. – Mark Carney, exbanquero central y recién llegado a la política electoral, se convirtió en primer ministro de Canadá tras una sorpresiva remontada que llevó al Partido Liberal a un cuarto mandato consecutivo.
En solo tres meses, Carney logró pasar del anonimato político a liderar el país, posicionándose como el contrapeso ideal frente al presidente estadounidense Donald Trump, en medio de tensiones por una guerra comercial entre ambos países.
Carney hereda un escenario complejo: un Parlamento inactivo desde diciembre, un gabinete aún sin conformar, y un gobierno sin mayoría legislativa, lo que lo obliga a buscar aliados entre partidos menores para evitar una posible moción de censura. Su campaña se centró en su experiencia económica y su oposición frontal a Trump, lo que lo ha convertido en una figura global anti-Trump, aunque ahora deberá moderar el tono para gestionar la relación bilateral.
Su primer gran reto internacional será la cumbre del G7 en junio, que se celebrará en Canadá y contará con la presencia de Trump.