Hace unos días me invitaron a participar en un taller para conversar sobre las experiencias de nuevo municipalismo que florecen por España y, en concreto, acerca de la apuesta de Ahora Madrid. El encuentro se celebraba en el Centro Nacional de Agroecología de Costa Rica y la invitación me resultó extraña, puesto que se trataba de un taller sobre las consecuencias de los transgénicos y el sentido de las patentes sobre las semillas. La convocatoria estaba dirigida a campesinos locales y a estudiantes de agronomía. ¿Qué tenía que ver Ahora Madrid con todo eso? ¿Qué pintaba yo en ese encuentro? ¿Cómo era posible que los campesinos de un pequeño país centroamericano se interesaran por una experiencia urbanita que acontecía en una remota ciudad de otro continente? Pasé momentos de auténtico pánico hasta que, finalmente, llegó el día del taller. El encuentro comenzó con la exposición de un ingeniero agrónomo, a la que siguió la intervención de un activista medioambiental. Entonces entendí todo. Íbamos a hablar de lo mismo.
Al igual que los alimentos transgénicos, la política constituye un organismo genéticamente modificado. Su ADN ha sido intervenido para producir una transformación de su sentido que se expresa en el paso de lo político a la política. Mientras que lo político tiene que ver con cualquiera, puesto que trata de la vida y los asuntos comunes, la política se presenta como un campo particular y especializado circunscrito a la actividad de unos pocos: los políticos. Al igual que está ocurriendo con las semillas, a lo político le han colocado una patente y aparece privatizado por una política transgénica. El 15-M ha expresado, precisamente, un deseo colectivo de recuperación de la semilla, es decir, de lo que debería constituir el principio de todo: una reapropiación democrática de lo político.
A lo político le han colocado una patente y aparece privatizado por una política transgénica
Político viene de polis, que quiere decir ciudad. Ahora Madrid se propone, precisamente, la recuperación de la semilla de lo político en el ámbito urbano. Un territorio que resulta acotable y cercano, manejable en el ámbito de lo local y que, por lo tanto, invita a pensar en la posibilidad real de que las personas podamos ser protagonistas no sólo de una transformación de la ciudad, sino también e igual de importante, de la conquista del derecho a la ciudad y a la decisión constante sobre su gobierno. Décadas de intervención neoliberal sobre el territorio y la vida han tenido consecuencias dramáticas en Madrid. Nuestra ciudad vive una situación de auténtica emergencia. Ahora Madrid es un llamamiento, tan alegre como desesperado, para que las madrileñas y los madrileños recuperemos nuestra ciudad. Para que, por primera vez, la hagamos de todos y todas. Para que le quitemos la patente.
Quedan tan sólo unas horas para que se cierre el proceso de primarias en Ahora Madrid. Un espacio abierto para la construcción democrática del colectivo de personas con el que viviremos un viaje no sólo crucial y apasionante, sino, sobre todo, posible: la conquista del gobierno municipal por parte de las personas y la derrota democrática de la política transgénica. Para ello es crucial que participemos en las votaciones para conformar el equipo de madrileños y madrileñas que encabezarán la iniciativa en las próximas elecciones municipales. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de participar en algo así. Es importante y tan sólo nos quedan unas pocas horas.
Manuela y Nacho son los nombres de una ilusión y de una enorme capacidad colectiva que se llama Más Madrid
Manuela Carmena y Nacho Murgui encabezan uno de los equipos de personas que se proponen en las primarias de Ahora Madrid. Manuela y Nacho son los nombres de una ilusión y de una enorme capacidad colectiva que se llama Más Madrid. No se trata únicamente de participar en un proceso de primarias, ni siquiera de tener la capacidad de gobernar Madrid, sino de hacerlo como nunca antes se ha hecho. Pero para eso antes tenemos que derrotar a Esperanza Aguirre y a su ejército de políticos transgénicos. No sólo es necesario y urgente, sino que debemos hacer que sea realmente posible. El equipo encabezado por Manuela y Nacho se presenta tal vez como la herramienta más certera para la construcción de esa posibilidad. No porque sea mejor que los demás, sino porque la figura de Manuela, la potencia de su tándem con Nacho y la capacidad de las gentes de Más Madrid nos hacen partícipes de una posibilidad realmente real. Es urgente. Nos van Madrid y la vida en ello. No podremos soportar otro gobierno transgénico más. Tenemos que ser capaces de ganarle las elecciones de mayo al poder. Una responsabilidad que con Manuela y Nacho se viste con la ilusión de una posibilidad real.
Fuente: Periodico Diagonal