Bastante ha dado de que hablar el Presidente Andrés Manuel López Obrador, después de la Conferencia Matutina del día de ayer en donde asevero que él no está de acuerdo en que se cancelen las “mañaneras” en la temporada de elecciones que están por venir, e incluso refirió a que lo hacen porque es una moda mundial censurar. Esto en clara referencia al Instituto Nacional Electoral (INE), después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sentenciara al instituto que debía dar reglar claras respecto a la propaganda gubernamental en el nuevo modelo de comunicación que ha implementado el Presidente.
Desde luego, este tema ha puesto en evidencia las intenciones que la oposición ha tenido desde hace décadas en contra de Andrés Manuel López Obrador, las de callarlo por todos los medios. No podemos olvidar como desde un principio del sexenio de la Cuarta Transformación las voces discordantes se quejaban, de que la conferencia matutina, o la mañanera como todos la conocemos, sería un engaño, un montaje, con preguntas y personajes sembrados para el lucimiento personal del gabinete federal, o que sería una suerte de pulpito desde el cual se daría la línea política a seguir.
No sorprende pues, la reacción que ha tenido la oposición en contra de las mañaneras, en un inicio intentaron llegar con sus adalides del periodismo con supuestas preguntas incomodas hacia el presidente, después con investigaciones especiales para poner en tela de juicio la honestidad del ejecutivo, últimamente dar lugar en sus espacios comunicativos a la misma mañanera para criticar lo vertido ahí. La verdad de las cosas, pareciera que no quieren que el Presidente tenga un espacio propio de comunicación que, si bien puede ser propaganda gubernamental, sirva para combatir desde el propio Gobierno las falsas noticias que día con día se esparcen en nuestro país.
También pareciera que sencillamente los medios de comunicación tradicionalmente manejados por la oposición quisieran ser la única voz cantante en los temas informativos relevantes del país, como lo fueron antaño para seguir dictando la agenda política, cuestión que el mismo Presidente les arrebató con la legitimidad con la que llegó al encargo y que por la misma situación sostiene un alto nivel de audiencia en las plataformas digitales en donde se comparte la conferencia matutina.
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Mientras se define este tema, sucedió lo que no quieren que pase, que los temas vertidos en la conferencia matutina se debatan a nivel nacional y se creen posicionamientos políticos en la ciudadanía a favor o en contra de la restricción, considerando así que los medios de comunicación no son los que tienen la última palabra, aunque tal vez las redes sociales sí la quieran tener.
Puesta la agenda política nacional de nueva cuenta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, nos toca opinar a todos, no solamente a los medios de comunicación, si estamos a favor de que se restrinjan las conferencias matutinas en tiempo de elecciones o que estas puedan seguir siendo la defensa informativa de la 4T, por mi parte estaré con la #MañaneraSí.
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