Hace algunos días lo medios de comunicación de todo el mundo dieron a conocer una serie de documentos confidenciales propiedad de la firma de abogados Mosssack Fonseca, el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación fueron los encargados de revelar los 2.6 terabytes de información provenientes de una fuente anónima.
Lo que revelaron los documentos en cuestión fue que durante años jefes de Estado evadieron al fisco de manera sistemática, ocultamiento de propiedades de empresas, activos y ganancias, además de un comportamiento por demás sospechoso de lideres de la política y personalidades del mundo de las finanzas, los deportes y el arte.
Estas personalidades se hacían de los servicios de la firma de consultores empresariales de Mossack Fonseca, quienes a su vez se encargaban de fundar y establecer empresas offshore, la cuales tienen un funcionamiento que se explica con detalles a continuación.
En términos teóricos el offshoring puede utilizarse como sinónimo de deslocalización, es decir, trasladar a la empresa o construir su centros productivos en otro país con la intención de aminorar los costos mediante una menor carga tributaria o leyes laborales más laxas, con lo cual se obtienen más beneficios para la empresa. Este termino del idioma ingles literalmente significa ultramar o fuera de la costa, pero en términos legales significa algo muy distinto.
Para nuestro caso debemos entender que este termino se aplica a empresas creadas en centros financieros (los cuales también se conocen como paraísos fiscales) en donde, se tiene un escasa regulación sobre los impuestos –estos paraísos se ubican generalmente en islas de ahí la utilización del termino offshore– y que además permite que los propietarios o beneficiarios permanezcan en el anonimato. Estos lugares también tienen el beneficio de que no existe registro público de los datos personales de nombres y accionistas, bueno hasta ahora.
En general se siguen algunos sencillos pasos en el funcionamiento de una offshore, primero: los funcionarios o jefes de Estado comienzan a realizar gestiones para crear esta clase de empresas, ya que hay que mencionar que esto no esta prohibido
a menos que se compruebe que existe lavado de dinero, segundo: algún bufete de abogados se encarga de contactar a Mossack Fonseca, tercero: una vez que se tiene el contacto con la financiera estos se encargan de crear la offshore, y para ello presta los nombres de los directores y administradores y así ocultar a los verdaderos dueños.
Antes de los Panamá papers solo especulaba sobre este tipo de actividades, ahora se sabe que son muy reales y se tiene el nombre y apellido de los implicados.