En días pasados en una de las ya institucionales conferencias mañaneras del Presidente de la República, para enojo de sus adversarios de las pequeñas fuerzas conservadoras neoliberales que hacen más ruido de lo que suman en número, el titular del Poder Ejecutivo expresó que será vigilante de los procesos electorales en puerta, porque recordó los fraudes que padecimos cuando los neoliberales y también antes, el gobierno abusaba e imponía sus intereses a través de su instrumento electoral, el PRI.
López Obrador recordó que ahora el fraude electoral es un delito grave y que quienes utilicen recursos públicos a cualquier nivel o intervengan ilegalmente en las elecciones irán a la cárcel. Recordó que hay una Fiscalía electoral que atenderá los casos que se presenten.
Eso nos hizo recordar cuántas veces a nuestro partido y a otros también, los grupos caciquiles regionales y los gobernadores maquinaron para robar elecciones y para arrebatarnos el registro como lo hizo Salinas primero, ilegalmente.
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Cuando el PPS volvió a obtener el registro Zedillo pactó con los yanquis enemigos del marxismo y nos arrebató el registro con la complicidad del IFE donde estaban como consejeros Santiago Creel de rancia estirpe porfirista y panista conservador junto con Miguel Ángel Granados Chapa y otros.
No es nueva la cita lapidaria que reza con diamantina claridad que “en la democracia burguesa (léase México para el caso) los votos no cuentan: cuentan los que cuentan los votos”. Así de simple.
La reacción iracunda y violenta del señor Lorenzo del INE no se hizo esperar: respondió a AMLO como si fuese dueño del changarro (a alguien debe obediencia) y no es precisamente a su celosa “defensa de la democracia”, porque ¿quién o quiénes lo pusieron como Consejero? Allí está la clave. Él y cada uno de sus carisisísimos consejeros ganan cada mes $234,519.51 más 14 mil pesos de “gastos de alimentación” y 4 mil de celular, mientras el Presidente de la República sólo obtiene 111 mil 990 pesos. Más claro ni el agua.
El señor Lorenzo que se vale de la “autonomía” del INE, el que heredó la corrupción del IFE, dijo que le “va a cancelar las mañaneras al Presidente”. Una consejera salió a aclarar que no. Que no “prohibirá esas conferencias matutinas”. O sea, que el señor Lorenzo se fue de la boca.
Sería bueno que ese señor Lorenzo releyera el texto del artículo 89 Fracción I: El Presidente de la República tiene como facultad “Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión.”
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