En entrevista con Monitor Expresso, Jorge Santa Cruz, periodista con más de tres décadas trayectoria en radio y medios electrónicos, sostiene que el tipo de relación que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) construya con el poder mediático será clave. El periodista mexicano sostiene que si bien el presidente electo ha anunciado cambios en la relación que el gobierno mantendrá con los medios de información, lo fundamental es que perfile criterios en su relación con la prensa que sean diferentes a los establecidos por los gobiernos anteriores.
Si no hay una transformación en la política de comunicación, advierte Santa Cruz, López Obrador se hará de su propio grupo de periodistas “consentidos” que se dedicarán a defender su administración. Desde que era jefe de gobierno de la Ciudad de México, AMLO era “atacado” por muchos medios de comunicación, recuerda Santa Cruz. Tras el proceso electoral de 2006, cuando López Obrador acusó que se había cometido un fraude electoral en su contra, la relación con los medios se volvió a tensar, incluso AMLO expresó que existía un “cerco mediático” en contra de su movimiento.
Recién nombrado como coordinador de Comunicación a partir del 1 de diciembre, Jesús Ramírez Cuevas, señaló que el principio que regirá la relación con los medios de información será el de libertad de prensa: no habrá censura ni acoso en contra de los periodistas. Pero esa promesa es hoy un enigma, sobre todo porque la relación entre el político tabasqueño y los medios de comunicación a lo largo de su carrera política es, en opinión de Santa Cruz, de altos y bajos, y dista mucho de ser tersa.
México.- “Ha sido una relación difícil y selectiva. Para nadie es un secreto su cercanía con el periódico La Jornada y con la periodista Carmen Aristegui. Hoy mismo se especula acerca del regreso de José Gutiérrez Vivó en cuanto López Obrador tome el poder”.
“Durante su tercera y exitosa campaña mantuvo, ciertamente, una estrecha relación con las y los periodistas comisionados para cubrirla. Su fuerza -comprobada por los más de 30 millones de votos obtenidos en la elección del 1 de julio pasado- obligó a los medios a darle espacios preferenciales, tal fue el caso de Televisa”, comenta el varias veces ganador del Premio Nacional de Periodismo que cada año otorga el Club de Periodistas de México.
Jorge Santa Cruz sostiene que es muy revelador que, después del triunfo aplastante de López Obrador en la elección del 1 de julio, el equipo del virtual presidente electo haya aumentado sus participaciones en los medios de comunicación tradicionales.
“¿Qué sucedió después de los comicios? Que el equipo de campaña de López Obrador comenzó a ‘placear’ al equipo del virtual presidente electo en los medios de comunicación que, hasta ese momento, habían estado al servicio de los presidentes neoliberales. Los entrantes comenzaron a utilizar la misma estrategia mediática de los salientes, lo cual es muy revelador”.
Santa Cruz considera que el político tabasqueño ha comprendido la importancia que tienen las redes sociales en su estrategia de comunicación, una herramienta que le ha permitido hacer llegar sus propuestas a la población joven. Fue justo a través de publicación de “memes” y “debates” en defensa del programa de gobierno de AMLO a través de la red social Twitter, como Clouthier ganó notoriedad nacional entre la población juvenil, y apoyo para el político tabasqueño durante la campaña presidencial de 2018.
“La ‘política de comunicación de AMLO’ ha sido exitosa. La imagen ‘de ya sabes quién’ fue aprobada por más de un 60 por ciento de los votantes, en los comicios de julio pasado. Fue algo inédito. Luego, ya como presidente electo, sus constantes declaraciones le han quitado los reflectores al gobierno saliente, y los mensajes grabados en video y reproducidos en redes sociales obligaron a los medios tradicionales a ponerles atención. En ese sentido, el balance es muy favorable para el hoy presidente electo”
“Las ‘benditas redes’ han permitido que el mensaje de AMLO llegue a quienes suelen estar distantes de los medios de comunicación tradicionales, muy vinculados -lo reiteramos- con el sistema político y económico vigente en México desde la década de 1980”, apunta Santa Cruz, quien actualmente es director general editorial del portal Sin compromisos: La otra historia y articulista del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).
“Pienso que “prensa fifí” es una expresión desafortunada. Como futuro jefe de Estado debe cuidar sus palabras. No se niega que los gobernantes neoliberales -ya de salida, al menos en apariencia- se distinguen por sus finas ropas y cuidados modales, que contrastan con su entreguismo y su alta traición a México. Tampoco se niega que los grandes medios mexicanos, salvo alguna honrosa excepción, se haya enriquecido merced a sus relaciones con el poder mafioso”.
“Lo que está mal es que el próximo presidente recurra al insulto, más que a las razones. Maniobras como ésta, de ridiculizar a quienes están en desacuerdo con él, puede llevar a una lucha de clases que arrasaría con México. La historia patria lo enseña: cuando México proclamó su independencia en 1821, su campo, sus haciendas, sus minas, habían sido arrasadas. Esto le convino al imperio yanqui. La Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana provocaron más destrucción. La Cuarta Transformación planteada por López Obrador se debe fundamentar en la reconciliación y en el esfuerzo por revertir el empobrecimiento progresivo de la mayoría de los mexicanos”, comenta Santa Cruz.
Sobre los recortes anunciados a la publicidad oficial y su impacto sobre los medios de comunicación, Santa Cruz comenta que los gastos del gobierno de Enrique Peña Nieto en este rubro son excesivos. Si bien reconoce que muchos medios de comunicación pequeños podrían enfrentar dificultades antes los recortes anunciados por el equipo de AMLO en materia de comunicación, Santa Cruz prefiere no adelantar vísperas ni concluir que habrá una “profunda crisis” en los medios de información.
“Existe la probabilidad de que mantengan el esquema a la hora de otorgar la ‘publicidad’ oficial que es, en realidad, propaganda. Si el nuevo gobierno cumple con lo que prometió, veremos cualquier cantidad de despidos de periodistas y comunicadores. De hecho, nos hemos enterado de que estos despidos han venido ocurriendo desde meses atrás”.
“Si en verdad pretenden establecer una comunicación democrática, los criterios de asignación de contratos deberán ser tan claros como el cristal y tan justos como la balanza de la justicia. Pero si los dineros se van a cargar hacia los partidarios del nuevo gobierno, entonces tendremos más de lo mismo. Y si los que reciban esos recursos varían su posición editorial para complacer al que les paga, la cosa empeorará”, advierte.
“¿Qué si son onerosos los gastos del gobierno federal en publicidad mediática? Bueno, pues Peña Nieto se gastó mucho más de dos mil millones de dólares en imagen en sus cinco primeros años de gobierno ¿Que ese dispendio debe terminar? Sí. Pero la operación debe ser exacta, pues está de por medio la fuente de empleo de miles de periodistas. ¿Qué se debe acabar con el ‘chayote’ o soborno? También. Este dinero debería canalizarse a obras sociales”, propone.
“¿Qué se debe canalizar dinero -vía publicidad- a todos los medios serios? También, sin preferencias y con la intención (como dice Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa de AMLO) de permitir la pluralidad y el debate. Esto dice la más pura teoría democrática”, sentencia.
En México, un país donde los asesinatos de profesionales de la comunicación quedan en la impunidad, el ejercicio del periodismo se ha vuelto una tarea casi “heroica”, según palabras del presidente electo. Jorge Santa Cruz lamenta que muchos medios de comunicación, en lugar de garantizar el derecho a la información a la población, se dediquen a manipular a la opinión pública y tengan una línea editorial que obedezca a intereses corporativos.
“El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hecha el 10 de diciembre de 1948 (están por cumplirse 70 años) por la ONU establece que el Derecho a la Información consiste en la libertad de investigar, difundir y recibir información y opiniones ¿Qué sucede en la realidad? Que la mayoría de las personas carece de los medios y la preparación para investigar y difundir. Por lo tanto, delega su derecho de ser informadas en los medios de comunicación”
“¿Cómo ocurre la manipulación de la opinión pública? De una manera muy simple: inoculando opinión en la información y repitiendo eslóganes impactantes, sin sustento argumentativo. La información debe ser lo más objetiva posible. En este caso, la objetividad se debe entender como apego a los hechos, sin partidarismos y con pluralidad. La manipulación ocurre cuando se soslaya o se distorsiona la realidad; también, cuando se inoculan sectarismos en las noticias y/o cuando sólo se difunden versiones parciales. La manipulación se da cuando se oculta el cómo ocurrió el hecho o se le presenta de manera parcial. De igual manera, cuando el cómo es suplantado por una opinión. En los medios electrónicos tradicionales, es usual que los conductores deslicen sus opiniones como si fueran parte de la noticia”.
“Se trata -tristemente- de una forma muy usual de manipulación. ¿Cuándo se convierte la información en propaganda? Cuando se le distorsiona y se le da una carga ideológica predeterminada. El disenso se sustituye por un mensaje incendiario carente de argumentos. López Obrador sufrió en carne propia la eficacia de esta poderosa maquinaria de propaganda, como la llamas acertadamente”, recuerda Santa Cruz.
¿Es posible que un gobierno democrático mantenga una buena relación con medios de comunicación que defienden intereses corporativos? – se le pregunta.
“Es posible, pero complicado, cuando esos intereses corporativos chocan con el interés de la mayoría. Se sabe que la presidencia de López Obrador concentrará la comunicación social. Lo hará para evitar corrupción y manipuleo de mentes. Al menos, eso se escucha en el discurso oficial. Lo cierto es que ese monopolio de la información puede ser benéfico para los medios y los periodistas consentidos del nuevo régimen. Si dice que es probable que suceda, pero de ninguna manera se recomienda que ocurra. De lo que se trata, es de que la información del gobierno fluya de manera equitativa, transparente y oportuna para todos: grandes, medianos y pequeños. Tal es el reto”, concluye.