Chiapas, 04 dic 2013.-Para ningún mexicano es noticia el racismo rampante que impera en nuestro país. Se habla de Polanco, Santa Fe, y otras zonas en las que se concentran negocios para gente adinerada, pero lo cierto es que un vistazo a las redes sociales, a las pláticas de amigos, y al comportamiento de la gente con la que viajas en el transporte público lo confirmará. México es un país tremendamente racista.
El último caso es el de Montserrat Balcorta y Ali Roxox, estudiantes de doctorado en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, quienes no pudieron ingresar a la cafetería y pastelería “Oh-la-la”, en San Cristobal de las Casas, pues los empleados al ver las ropas tradicionales indígenas de Ali Roxox (quien pertenece a la etnia maya k’iche’) la confundieron con una vendedora ambulante.
Si bien la noticia ha tenido excelente circulación en redes sociales, no deja de perocupar el racismo y clacismo del que hace gala todo mexicano capaz de escribir su nombre (así sea con faltas de ortografía).
fuente: bunkerblog.com.mx