Por Osiris González
Con tan solo un mes en el encargo, los 112 presidentes municipales se han dado cuenta de cuál es la verdadera situación que guardan las finanzas de sus alcaldías. Ayer, veíamos de manera insólita como al menos 22 ediles se manifestaron a afuera de la Secretaría de Finanzas.
Califico de insólito, no la manifestación porque las vivimos diariamente en la capital del estado; sino por el hecho de que rara vez los alcaldes tenían posturas tan encontradas, particularmente con el gobierno del estado.
Esta crisis que viven las arcas municipales, si bien no es nueva, pone el dedo en la llaga en materia de fiscalización y rendición de cuentas, porque dicen ellos “se llevaron hasta el mobiliario de las oficinas”.
Y es que aún en Michoacán, prevalece la idea del presidente municipal como un cacique, dueño y señor de los municipios en los que sin ningún problema, pueden realizar gastos en cualquier tipo de compra, contratar a familiares, comprar propiedades y muchos otros casos, de los cuales nos enteramos diariamente.
Estas gestiones en los municipios que recién comienzan tienen diversos retos al interior y exterior de su administración. Al interior, uno de los retos más grandes es lograr controlar la contratación de nuevo personal y evitar que crezcan las demandas por despidos de empleados que venían trabajando desde la pasada administración.
En segundo lugar, poner en orden las finanzas en cuanto a salarios y gasto corriente que parecer ser literalmente “un barril sin fondo”, en el que se cada día se invierten mayores recursos con escasos resultados.
Por otra parte, en las acciones que pegan directamente a la ciudadanía está garantizar la seguridad de los habitantes y lograr que cuenten con los servicios mínimos indispensables que son necesarios para la convivencia armónica, más allá de los macroproyectos que incluso algunos prometieron (como acabar con la pobreza, crear empleos, etc).
En fin, no es fácil el panorama que enfrentan los alcaldes y sin duda, tendrán que “correr” para alcanzar por lo menos algunas de las metas antes de que lleguen los tiempos electorales, que por cierto, están a la vuelta de la esquina.
Apunte ¿Ahora que la Auditoría Superior de Michoacán es un ente independiente, logrará pedir cuentas a los que se llevaron hasta los escritorios en los municipios del estado?
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