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Morelia, Michoacán. – En el siglo XIX se construyó la fuente para abastecer de agua al barrio del Santo Niño, lo que antes eran los barrios de Santa Catarina y Chicacuaro, su estructura es octagonal de corto diámetro con molduras que decoran cinco caras del polígono.
En el cruce de la calle de la Corregidora y la calle Nicolás Bravo perdura la vieja Pila del Santo Niño, los pobladores de la antigua Valladolid recuerdan el mercadito del costado y un bebedero para bestias que perdura en el lugar.
Por su forma e integración de la esquina, se logró un conjunto barroco bien proporcionado e integrado al paisaje urbano, actualmente la fuente funciona como fuente de ornato, que le da vida al templo del Santo Niño.
La parroquia que se encuentra a un costado es del siglo XVIII, es una de las más pequeñas del centro histórico de Morelia, el edificio es de estilo neoclásico y la fachada está hecha de cantera rosa.
Actualmente, este histórico lugar, brilla por su ausencia de mantenimiento y limpieza, ya que la fuente no cuenta con agua, la escultura del Santo Niño se utiliza como tendedero y el antiguo bebedero para animales funciona como cama para personas sin hogar.