La noche del martes 27 de marzo del año en curso y la madrugada del miércoles 28, ha sido una jornada infernal para los habitantes de Tepalcatepec.
Quienes implementan este tipo de operativos les habrían de agrega un billón de neuronas en su ínfimo grupúsculo de materia gris; o quizá sea por pura malignidad.
¿A quién se le ocurre intentar ir a detener a un presunto capo en SU PUEBLO, donde la gente sabe que es el único garante de su tranquilidad y paz? en los demás lugares donde reina los señores de la desollación y el descuartizamiento, la gente los obedece por miedo, pero sabe que tales “Señores” son crueles y sin ninguna compasión humana.
Un operativo idiota, ¿cómo iban a creer los autores intelectuales que sería fácil detener a una persona que todo Tepalcatepec quiere y le es fiel? erraron el camino.
Toda la gente de Tepalcatepec no durmió desde que comenzó la tontera de la llegada de los marinos. Ya la ciudadanía no los respeta ni les tiene miedo. Todo comenzó con enfrentamientos, persecuciones y la ira del pueblo. Luego se le vino a la población el infierno de la marina enloquecida que con todo el poder de las armas de guerra, como si Tepalcatepec fuera “un extraño enemigo” de la patria, fue acosado, baleado desde el aire por los de los helicópteros.
Silvano ha perdido la razón y su loquero el Martín Godoy le atiza en su insania. De todos modos atrapan pura insignificancia y dejan a los sapos gordos apoderarse del charco.
El gobierno federal está atacando a la población, como si los mexicanos fuéramos sus enemigos.
Si los pueblos no nos unimos, seguiremos siendo víctimas del mal gobierno y de los narcos.
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