Previo a iniciar el año electoral del 2021, la exigencia de las definiciones marcan este periodo en el país y en nuestro estado. Por un lado ya existen esfuerzos de la oposición política a la cuarta transformación a organizarse electoralmente para intentar arrebatar la mayoría que se prevé, Morena alcanzará en los comicios del año próximo, sin embargo, en estos cálculos no se considera la lógica del cacique.
En el último libro de Andrew Paxman acerca de los gobernadores mexicanos, caciques del pasado y del presente, nos ilustra cómo en nuestro país, a pesar de la permanente lucha democrática, siempre permea la lógica del cacique, misma que busca asegurar el poder del ejercicio del gobierno para aquellos que lo han ostentado, así como para aquellos que puedan cubrirles las espaldas.
En ese tenor podemos decir que se encuentran los estados que son gobernados actualmente por los partidos de oposición: el PAN, PRI y el único caso del PRD, que mediante sus mandatarios estatales intentarán continuar el ejercicio del poder en sus entidades, es decir, continuar con el cacicazgo. El gran pero de esta situación surge de la misma urgencia de la oposición a organizarse en un frente unido como lo puede ser “Sí por México” que pretende marcar una agenda y también realizar alianzas electorales mismas que más que amenazar la previsible mayoría del Morena en el 2021, amenazan a los mismos caciques de los estados.
La lógica del cacique, impide que se den los cambios, aunque estos emerjan de su mismo partido, solo basta ver los personajes más conocidos del PRI que impidieron que su mismo instituto cambiará. En los estados, esto no es diferente y muy a pesar de lo que digan en sus discursos, serán los mismos caciques de los estados que minen las posibilidades del proyecto de Claudio X González en contra de la Cuarta Transformación.
Y es ahí dónde se tiene que poner la mirada, en la lógica del cacique, que se valdrá de todos los medios para cuidar su espalda y de lo que sabe que hizo mal, mediante alfiles en dependencias, organismos autónomos, infiltrar dirigencias, candidatos o valerse de la misma organización en ciernes para afianzar el cacicazgo.
Finalmente, esta lógica ha sido una de las razones por las cuales, la mayoría decidió elegir un cambio en el 2018, este cambio no ha terminado de cimentarse y como cualquier cambio está amenazado todavía por este tipo de conductas. La lógica del cacique, aparte de los bloques opositores serán los enemigos del Morena en el 2021.
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