Por: Mónica Beatriz Castillo Vega
Para abordar este tema es necesario preguntarse ¿Es indispensable establecer límites a los niños?
La respuesta es sí, sin embargo existe controversia acerca de cómo hacerlo o cuál es la mejor manera para establecerlos, sin que esto implique enojos, gritos, llantos y regaños, que a la larga traen complicaciones en la conducta de los niños y niñas, y además desgastan a los padres de familia, quienes terminan cediendo a todo a cambio de no seguir discutiendo.
Al momento de establecer límites con nuestros hijos es de primordial importancia que se platique acerca del tema y que ambos padres estén de acuerdo en cómo lo van a trabajar dentro de casa, ya que de no ser así, los niños se percatarán de manera inmediata con quien pueden conseguir las cosas con mayor facilidad y el efecto se perderá sin obtener resultado alguno. En caso de requerir apoyo en la escuela se puede solicitar a la maestra un seguimiento para obtener así mayores y mejores resultados en poco tiempo.
En la mayoría de las ocasiones los padres de familia pierden el tiempo indicando a sus hijos lo que “no tienen que hacer”, lo cual deriva en un error, esto debido a que la regla o límite no está bien establecido, por lo mismo el niño o niña no la entiende, ya que está indicando lo que no tiene qué hacer, pero nunca menciona lo que se tiene que hacer y cómo se tiene que hacer.
Los padres de familia deben tener autoridad frente a los niños, no una autoridad jerárquica, no una autoridad militarizada, pero tampoco deberá ser una autoridad flexible, ya que una vez que se ha establecido el límite, éste deberá ser trabajado con firmeza, es decir, a un niño no se le da la libertad de elegir cumplir la regla o no, se le brindan opciones que están implícitas dentro de la regla, por ejemplo:
– No preguntar
¿Te quieres poner suéter?
– Preguntar
¿Quieres el suéter verde o azul?
El establecer límites en un niño o niña tiene una proyección inmensa en su desarrollo futuro, una de éstas es la adquisición de un crecimiento personal enorme, que trae consigo una variedad de ventajas como la autonomía, disciplina, respeto, lo cual forma parte de su desarrollo integral.
Al momento de establecer los límites en los niños, se está limitando su conducta, sin embargo, no sus sentimientos, debemos tener en cuenta que al trabajarlos, no se deberá dañar la autoestima del niño o niña, al contrario, pueden ser una gran herramienta para lograr una enorme seguridad en ellos mismos que será el cimiento de todo lo que realicen en su futuro.