Para que un cachorro se desarrolle sanamente, una de las cosas fundamentales es su alimentación, de entrada, es sumamente importante que haya tenido la oportunidad de alimentarse de la leche materna, que este haya ingerido los calostros durante sus primeras horas es vital, para su correcto funcionamiento digestivo.
Durante los primeros días, la leche materna será su único alimento, no ocupa nada más, es hasta aproximadamente después del mes que motivado por su curiosidad y con el ejemplo de su madre, que empieza a probar alimentos sólidos.
Usualmente, es lo que tiene cerca y al alcance la madre del cachorro, es por ello que algunos expertos recomiendan adicionar croqueta de cachorro también a la madre de la marca de su preferencia.
Ahora bien, una vez que el cachorro es separado de ella, lo ideal sería preguntar cuál croqueta o alimento sólido, estaba comiendo para que siga consumiendo la misma, a la que ya se había adaptado y acostumbrado hasta ahora, para así no alterarla de forma abrupta y se presente como en algunos casos diarreas mecánicas, generalmente ocasionadas por el cambio repentino de la alimentación.
Es en este periodo cuando a algunos dueños se les presenta la incógnita si de cambiar o dejar el mismo.
Uno de los errores más comunes que, se observa sobre todo en razas medianas y grandes y que cometen algunas personas es ofrecer, muchas veces marcas muy caras, influenciados por la recomendación publicitaria o dejándose llevar por el precio, pensando que esa linda criaturita se merece lo mejor, solo que no toman en cuenta que el cachorro va a necesitar por aproximadamente un año, ese mismo alimento y es a los pocos meses cuando los dueños ya se cansan o se les hace pesado económicamente dar lo mismo que ofrecieron al inicio, intentando cambiar a uno más económico o de menor calidad desajustando la alimentación del peludo.
Es por ello que algunos, que son más juiciosos y prudentes, primero dan el alimento que comía junto a su madre como habíamos dicho y luego hacen el cambio de forma gradual al que se ajuste a sus necesidades y presupuesto.
Salvo en casos muy especiales debemos tener en cuenta que un cachorro es como una hoja en blanco, generalmente se va a acostumbrar y adaptar a lo que nosotros le podamos ofrecer, siempre y cuando también cubra sus necesidades nutricionales.
Adaptarlo a la alimentación que elijamos y proporcionarla de forma constante sin estarla cambiando sin ninguna razón justificada, (por ejemplo, que ya se haga adulto y haya que hacerlo de forma gradual) o alguna recomendación médica, siempre será lo más adecuado para el cachorro y mucho más cómodo para los dueños.
Seguir estas simples sugerencias ayudará a que disfrutemos y veamos el desarrollo y crecimiento de estos agradables seres vivos.
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