Fotografía
A pocos días después de haber terminado las elecciones intermedias en nuestro país, muchos ciudadanos pueden considerar que una de sus mayores obligaciones cívicas ha sido cumplida, el hecho de votar o ser votado para los cargos que se eligieron no es una tarea menor o poco importante sino una facultad que cimienta en gran parte a nuestro sistema político, incluso con sus grandes fallas. Sin embargo, nuestra obligación o compromiso cívico no ha terminado, este debe ir más allá y justamente en las próximas semanas tendremos una invaluable oportunidad como sociedad para seguir participando en la toma de decisiones importantes en nuestro país.
Desde que fue propuesta la Consulta Popular por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, esta fue criticada fehacientemente con un legajo de argumentos que pueden ser enumerados de la siguiente manera. Primero porque la justicia, tal como se proponía en una consulta para realizar un juicio en contra de los ex presidentes, no debería de ser por ningún motivo sujeta a la opinión de la sociedad, cuestión que fue atendida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación enmendando la pregunta a consultar a la ciudadanía, ya que con la corrección se amplía mucho más el panorama e incluso abarca hasta el esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en las anteriores administraciones y no solamente de los expresidentes.
En segundo, porque se alegaba el hecho de que solamente se utilizaba el marco de la consulta popular para realizar una cacería de brujas en contra de los adversarios políticos del tabasqueño, los mismos que en este momento celebran una victoria a medias por los resultados de las elecciones intermedias. En tercero, las acusaciones en contra de la consulta por querer ser utilizada como una estrategia electoral para no perder votos por parte del Morena, a pesar de que no se trate de ninguna competencia partidista ni interpartidista, sino de elemental opinión ciudadana, cuestión que modificó la fecha de realización de la misma.
A pesar de eso y las modificaciones que ha sufrido la realización de una consulta popular que puede ser vinculatoria, el simbolismo de la misma debe merecer toda nuestra atención, ya que será una manera inédita en la que las demandas de justicia y paz que durante tanto tiempo se han realizado desde el seno de nuestro pueblo, desde las periferias, desde el centro, sur y norte del país, desde nuestras comunidades indígenas, las de los normalistas, los trabajadores, las víctimas de violencia y persecución, vayan encontrando la justicia que a cuentagotas o categóricamente se les negó durante décadas, aquellas demandas que no son un cumulo de farsas como ahora se quiere equiparar a la misma consulta popular.
La oportunidad que se nos presenta es incomparable en nuestra historia, siendo la primera vez que se pueda presentar una consulta popular con carácter vinculatorio en México, por la cual se pueda ir generando una sensación verdadera de obtención de justicia, sin que esta tenga que pasar por los escritorios de burócratas o que obedezca a cálculos políticos, por eso y más estoy convencido que debemos buscar el Sí este 1 de Agosto, para que realmente se vayan sacudiendo las telarañas del antiguo régimen político y que exista una verdadera democracia participativa que sostenga un vínculo con la memoria histórica de nuestra sociedad. #JusticiaSíImpunidadNo
Las opiniones vertidas en las columnas son de exclusiva responsabilidad de quienes las suscriben y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Monitor Expresso