México. – La renuncia del juez federal Óscar Javier Mendoza Altamirano durante una audiencia en Colima, el pasado 15 de abril, ha reavivado la controversia en torno a la reforma judicial promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. El juez, visiblemente molesto, dejó su cargo tras cuestionar el discurso que tacha de corruptos a todos los jueces, calificándolo como “espurio”.
Mendoza Altamirano argumentó que la gran mayoría de los jueces actúan con integridad, y que su renuncia respondía a un acto de dignidad ante un sistema que ahora pretende someterlos al voto popular, algo que —dijo— compromete su independencia.
Esta reforma, que contempla la elección popular de jueces, magistrados y ministros, ha generado una ola de preocupación en el Poder Judicial. Desde su aprobación, más de 400 jueces y magistrados han solicitado su retiro anticipado, y ocho de los once ministros de la Suprema Corte han anunciado su renuncia para agosto de 2025.
Además de los cambios en la forma de designar a los juzgadores, la reforma incluye la eliminación de salas en la Suprema Corte y la centralización de decisiones en el pleno, así como nuevas condiciones para el retiro voluntario.
⚖️ Juez renuncia por dignidad en protesta por la #ReformaJudicial
Tras una década en funciones, un juez de distrito en Colima dejó el cargo por “congruencia con sus ideales”:
“Es totalmente falso que los jueces federales seamos corruptos, es eso un discurso espurio, han sido… pic.twitter.com/qZ87KT2GoX
— Azucena Uresti (@azucenau) April 18, 2025
El hecho ha provocado protestas en tribunales de varios estados, y organizaciones del sector han solicitado la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al considerar que se pone en riesgo el orden democrático y la independencia judicial en México.