Morelia, Michoacán. – En relación con la posible aprobación de una reducción de la jornada laboral, surgieron dos enfoques opuestos: uno para aumentar la eficiencia y el otro para reducir el número de empleados.
Para nadie es un secreto que en el sector privado existe preocupación acerca del aumento de costos asociados a la contratación de más personal o al pago de horas extras, necesarios para mantener el actual engranaje de trabajo que se basa en una jornada de 48 horas.
En particular, las pequeñas y medianas empresas y las empresas manufactureras y de servicios luchan por superar los desafíos operativos del día a día. Sin embargo, algunos expertos en tecnología de RRHH creen que la inteligencia artificial (IA) puede ser una alternativa eficaz para estas empresas. La inteligencia artificial ofrece muchas ventajas que no sólo ayudan a reducir los riesgos asociados a la reducción de jornada laboral, sino también a optimizar los costes en el proceso.
Pero en la encrucijada de la evolución laboral, las empresas se enfrentan a decisiones cruciales respecto al papel que desempeñará la IA en el futuro del trabajo. Dos enfoques opuestos han surgido, cada uno con implicaciones significativas para los empleados y la dinámica empresarial en general.
Enfoque 1: Eficiencia horaria
El primer enfoque pasa por la idea de que la inteligencia artificial puede ser una aliada para alcanzar la productividad. Su objetivo no es eliminar puestos de trabajo, sino reducir las horas de trabajo. La premisa es simple: aprovechar el poder de la inteligencia artificial para completar tareas con mayor rapidez y precisión, de modo que los empleados puedan completar la misma cantidad de trabajo en menos tiempo.
Javi Rayón, director de producto e innovación de Sesame HR, afirmó que la automatización de tareas repetitivas y el análisis de datos son los principales beneficios de la inteligencia artificial. Con la estrategia de IA adecuada, las empresas no necesariamente necesitan contratar más empleados, ya que convierte tareas que consumen mucho tiempo en tareas que se pueden completar en minutos.
“La IA mejora la productividad eliminando tareas repetitivas, facilita la identificación y desarrollo del talento interno, permite una distribución más justa de la carga laboral, y respalda la toma de decisiones informadas y objetivas basadas en el análisis de datos internos”, comenta.
Por ejemplo, en 2018, Perpetual Guardian de Nueva Zelanda redujo las horas de trabajo a cuatro días a la semana y utilizó inteligencia artificial para gestionar cargas de trabajo y automatizar tareas rutinarias, logrando mejoras significativas en la productividad y la satisfacción de los empleados. Microsoft Japón experimentó con inteligencia artificial en una jornada laboral de cuatro días en 2019, lo que resultó en un aumento del 40% en la productividad.
En 2020, la cadena Shake Shack también introdujo jornadas laborales más cortas y utilizó inteligencia artificial para programar turnos de manera inteligente con el objetivo de mejorar la eficiencia y la calidad del trabajo y mejorar la satisfacción de los empleados.
Pero la implementación de esta tecnología en el campo laboral también supone ciertos riesgos y desafíos, incluyendo la resistencia al cambio y la preocupación por la sustitución de empleados. Mitigar estos problemas requiere una comunicación clara, capacitación adecuada y establecer políticas sólidas de privacidad de datos. Es esencial enfatizar que la IA está diseñada para apoyar, no reemplazar, y se debe realizar una supervisión constante para evitar sesgos y problemas éticos.
Enfoque 2: Automatización y reducción de personal
Por el contrario, el segundo enfoque adopta una perspectiva más radical y considera la IA como una herramienta para reducir drásticamente la fuerza laboral. En este caso, la automatización se puede utilizar no sólo para aumentar la eficiencia, sino también para eliminar el trabajo que se considera redundante.
En este contexto, las empresas están formando a los empleados restantes para que asuman más responsabilidades. La capacitación se vuelve crítica a medida que los empleados necesitan adquirir habilidades adicionales para llenar los vacíos creados por la automatización. Las empresas se benefician de menores costos laborales, pero la carga recae sobre los trabajadores, quienes enfrentan una mayor presión para adaptarse y aprender nuevas habilidades.
A finales de octubre, Daniel Hajj, director general de América Móvil, señaló que la empresa ya había afrontado y pagado cambios similares en otros mercados latinoamericanos como Chile y Colombia, donde recientemente se aprobó la reducción de la jornada laboral a 40 horas diarias. semana. La organización ha redirigido sus esfuerzos hacia la “reducción de gastos” mediante la implementación de estrategias como la optimización de la fuerza laboral y programas de capacitación de empleados para mejorar la productividad de los empleados. En los últimos cuatro años, la compañía ha experimentado un descenso del 5,3% en su plantilla. Este año hasta agosto, América Móvil contaba con un total de 176.000 empleados.
Aunque América Móvil se ha abstenido de contratar nuevo personal, la propia empresa ha intensificado la capacitación de su personal existente en áreas cruciales como servicio al cliente y estrategias comerciales que involucran tecnologías emergentes como la IA.
Izzi, filial de Grupo Televisa, estuvo entre las muchas sucursales de su Servicio de Atención al Cliente que experimentaron despidos en septiembre, supuestamente vinculados a cambios financieros y la potencial reducción de jornada laboral en México. Para abordar el problema, Izzi incorporó nuevo personal y les asignó responsabilidades adicionales, como la supervisión de teléfonos móviles, al tiempo que ofreció salarios reducidos a los trabajadores sindicalizados. Los despidos en Izzi supusieron una reducción significativa de 166 empleados. Esto fue confirmado.
Sin embargo, esta estrategia plantea cuestiones éticas sobre la responsabilidad social corporativa y la calidad de vida de los empleados. Hay quienes afirman que centrarse en la eficiencia empresarial es valorar el trabajo por encima de su potencial para ser más productivo y sostenible.
El presidente de la comisión de Capital Humano y Seguridad Social de Coparmex, Héctor Márquez, enfatizó que el objetivo es mantener la productividad y los beneficios para los empleados más que reducir salarios o despedir trabajadores. “La implementación de la reforma resultaría en reducción de salarios o despido de empleados”, afirmó.
Estos dos métodos no son insignificantes. Es importante que las empresas sopesen las ventajas a corto plazo de la automatización frente a los efectos duraderos en los empleados y la sociedad. Debemos encontrar una manera de utilizar la IA para mejorar la eficiencia manteniendo al mismo tiempo la calidad de vida y la estabilidad laboral.