Playa del Carmen.- Un video difundido en redes sociales desató indignación nacional al mostrar a una doctora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) agrediendo físicamente a los padres de un menor en el Hospital General de Zona No. 18, en Playa del Carmen, Quintana Roo. Los hechos ocurrieron la madrugada del 13 de octubre, cuando la familia acudió de urgencia en busca de atención médica para su hijo, quien presentaba síntomas graves.
##Entérate Así de grave está la atención medica en Quintana Roo
Doctora se le va a los golpes a una mujer que clamaba atención para su pequeño hijo en el #IMSS de #PlayaDelCarmen
La mujer y su hijo esperaron más de tres horas para ser atendidos, pero al no recibir la ayuda,… pic.twitter.com/UrcGnnmzhY
— Alberto Aguilar (@Albert6_Aguilar) October 13, 2025
Según testigos, la madre del niño comenzó a grabar tras recibir una negativa del personal para atender al menor. En las imágenes se observa a la doctora intentando arrebatarle el teléfono y luego empujándola hasta hacerla caer, mientras continuaba la agresión verbal. El clip, de menos de dos minutos, se volvió viral y generó una ola de críticas hacia el personal médico y la institución, por la falta de empatía y profesionalismo.
Ante la presión pública, el IMSS emitió un comunicado en el que condenó cualquier forma de agresión, ya sea hacia pacientes o hacia su propio personal, y aseguró que inició una investigación administrativa y jurídica para esclarecer los hechos. También garantizó la atención médica del menor, quien fue estabilizado y dado de alta en buenas condiciones, según informó la dependencia.
El caso reavivó las denuncias por presunta mala atención, abuso y violencia institucional en hospitales públicos del país. En particular, usuarios han señalado deficiencias recurrentes en el HGZ #18, como demoras en urgencias y falta de personal médico, situaciones que —de acuerdo con especialistas— reflejan la crisis estructural que enfrenta el sistema de salud.
Este incidente, más allá de la indignación social, ha abierto nuevamente el debate sobre la necesidad de una reforma profunda en la atención médica pública, que garantice trato digno, capacitación constante y condiciones laborales adecuadas para el personal, a fin de evitar que la desesperación y el mal manejo de las emociones deriven en actos de violencia dentro de los hospitales.






