Ciudad de México.- En entrevista con Monitor Expresso, Miguel Ángel Montoya denuncia que México se encuentra desde 1992 bajo un régimen de concesiones de agua que concentra su acceso en unas cuantas manos. El consultor político y asesor parlamentario sobre gestión integral del agua comenta que no se trata de privados cualquiera, sino de unas cuantas empresas que tienen intereses en varios rubros: infraestructura, minería, petróleo y agua, entre otros.
“Te puedo hablar de Grupo México, Peñoles, Hermes, o Higa…son aquellos traficantes de influencias, lo que en su momento Andrés Manuel López Obrador (AMLO) identificó como la mafia del poder”, sostiene. “[Gracias a] esta cercanía en su momento con [Felipe] Calderón y luego con [Enrique] Peña Nieto es que lograron apuntalar este modelo de negocios”, sentencia.
Montoya refiere que, en sí mismas, las concesiones no son perjudiciales, pues un agricultor, por ejemplo, también solicita una concesión para su aprovechamiento. Incluso es legítimo, dice, que la iniciativa privada haga uso del agua como un ‘insumo productivo’. “Pero tienen que haber ciertos controles, ciertas prioridades”, sentencia.
Lo grave, sostiene, es que el modelo de concesiones se haya “pervertido” bajo el neoliberalismo, de tal forma que los grandes empresarios se han hecho de concesiones con una vigencia de más de tres décadas y que además son fáciles de prorrogar.
Por esta razón, insiste Montoya, es urgente expedir una ley general que contenga criterios generales para otorgar las concesiones, aspecto que deja de lado por completo la iniciativa presentada el 6 de septiembre por el legislador del partido político Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y presidente de la mesa directiva del Senado, Martí Batres.