México.- Siempre se ha explorado el proceso de activación y desactivación de genes en las células del cuerpo a lo largo de las distintas fases de la vida, aunque aún se dispone de conocimientos limitados al respecto. Un equipo de investigadores del Hospital IRCCS San Raffaele de Milán, liderado por el Dr. Alessandro Sessa de la Unidad de Células Madre y Neurogénesis, especializado en el estudio de una enfermedad rara conocida como síndrome de Schinzel-Giedion (SGS), ha destacado cómo ciertas alteraciones moleculares pueden arrojar nueva luz sobre este fenómeno.
El síndrome de Schinzel-Giedion (SGS) es una enfermedad extremadamente poco común y severa, careciendo actualmente de un tratamiento definitivo. Afecta a los lactantes desde su nacimiento, y la probabilidad de supervivencia más allá de la infancia es baja debido a factores como la neurodegeneración progresiva, el mayor riesgo de tumores, infecciones recurrentes y la insuficiencia respiratoria. La enfermedad se origina por mutaciones en el gen SETBP1, que generan una acumulación de la proteína asociada y también están vinculadas a formas graves de leucemia. Desafortunadamente, los mecanismos patológicos subyacentes y los enfoques terapéuticos eficaces aún no son conocidos.
Estudio científico sobre los genes
En este estudio recién publicado en la revista Nature Communications, los investigadores del San Raffaele han revelado que las células afectadas por el defecto genético responsable del síndrome de Schinzel-Giedion (SGS) presentan un programa de regulación génica alternativo en comparación con las células sanas. En otras palabras, descubrieron que los reguladores moleculares que determinan qué genes se activan, durante cuánto tiempo y con qué intensidad, difieren de los presentes en las células sanas.
La siguiente fase del trabajo consistió en comprender las consecuencias de estas diferencias mediante modelos experimentales, tanto in vitro como in vivo. Se identificaron defectos específicos en los programas de maduración celular, especialmente en el sistema nervioso, lo que podría ser crucial para identificar nuevas vías de tratamiento para el SGS.
Resultados del estudio
“Con la intención de esbozar los procesos patológicos fundamentales de la enfermedad, empleamos células madre pluripotentes humanas inducidas (iPSC) y modelos de ratón. Esto nos permitió descubrir que las células mutadas responsables de la enfermedad no se distinguen tanto por tener un conjunto divergente de genes, sino más bien por cómo están regulados, es decir, por su desregulación”, explica Alessandro Sessa.
Posteriormente, los investigadores intentaron comprender las implicaciones de esta anomalía: “La variación en la regulación génica que hemos observado es bastante singular en la literatura”, señala Mattia Zaghi, autor principal del estudio. “Se trata tanto de una consecuencia de la mutación genética como del esfuerzo de la célula por compensarlo mediante la introducción de nuevos elementos reguladores”.
El futuro de los genes
Alessandro Sessa explica: “La relevancia de este estudio radica en que, por primera vez, hemos delineado los circuitos moleculares distintivos de mutaciones patológicas significativas, tanto en el síndrome de Schinzel-Giedion (SGS) como en los cánceres de la sangre, lo que podría abrir la puerta a la identificación de nuevas metas terapéuticas.
Al haber identificado y confirmado la reorganización molecular en varias configuraciones experimentales distintas para estas condiciones patológicas, hemos logrado describir posibles vulnerabilidades, estableciendo así las bases para la futura identificación de nuevas oportunidades terapéuticas en afecciones patológicas causadas por mutaciones en el gen SETBP1″.