Aquel viernes el presidente de México General Lázaro Cárdenas del Río, y como parte de su política nacionalista intercedía de manera directa sobre el conflicto obrero-patronal que por dos años había enfrentado a los trabajadores petroleros contra los empresarios del mismo ramo, esa mañana en un discurso de radio en cadena nacional dio a conocer el decreto expropiatorio.
Han pasado ya bastantes primaveras desde que el general decidió convertir aquella lucha obrero-patronal en una lucha del gobierno contra los empresarios, sin embargo, unos de los máximos ideales de la revolución y que se encontraba plasmado en el articulo 27 constitucional llegaba a su culminación.
Hoy día la empresa emanada de la decisión presidencial sufre una de las peores crisis de su historia, esta crisis no esta dada por la tan pregonada falta de competitividad de PEMEX, que el gobierno enarbolo como discurso para llevar al pleno del Senado la Reforma Energética, esta crisis se da en medio de una caída de los precios del crudo que parece no tener fin.
Esta disminución en los precios del petróleo es una continua preocupación de las personas en general, que quiero decir, y aunque la mayoría de las personas en nuestro país no tienen automóvil (solo una cuarta parte cuenta con vehículo propio), aquel 18 de Marzo el Tata nos lleno de ilusiones al regalarnos algo que ya era nuestro y que por muchos años sentimos como uno de los mayores orgullos de nuestra nación.
El petróleo es de todos los mexicanos, fue el argumento que lleno nuestros oídos de sueños, sueños como el de los años 80’s y las subidas históricas del precio del oro negro con lo que se nos dijo que, solo tendríamos que administrar la riqueza, que ilusos fuimos, ya que despertamos a una crisis que fue una pesadilla muy real.
En estos días los precios del barril de petróleo llegaron a sus mínimos históricos, incluso por debajo del costo de producción, el futuro de la empresa parece ser incierto si es que en algún momento se llega a la condición de cierre, es decir, cuando el precio cae por debajo de los costos variables promedio, si se llega a esa condición habrá que replantear el futuro de nuestra nación.