Mundo. – El 28 de febrero, el telescopio de rayos gamma Integral de la Agencia Espacial Europea (ESA) finalizó su misión tras 22 años de estudio del Universo.
Desde su lanzamiento en 2002, Integral jugó un papel crucial en desvelar los misterios de fenómenos cósmicos extremos, como los estallidos de rayos gamma y el origen de las ondas gravitacionales. Este observatorio espacial contribuyó significativamente a la comprensión de cómo las explosiones termonucleares impulsan chorros en estrellas de neutrones y captó la enorme llamarada de un magnetar extragaláctico.
Las observaciones de Integral permitieron rastrear los enigmáticos estallidos de rayos gamma, destellos de energía que ocurren con frecuencia en el espacio. Además, el telescopio ayudó a detectar eventos asociados a ondas gravitacionales y neutrinos de alta energía, fenómenos que se descubrieron después del lanzamiento de la misión.
La misión Integral, que se inició hace más de dos décadas, dejó un legado de descubrimientos inesperados, como la captura del destello de rayos gamma más potente jamás observado, afectando incluso la capa de ozono de la Tierra. El telescopio se despide habiendo dejado una huella profunda en la investigación de los eventos más extremos del Universo.