Fotografía Bebeto Matthews
Nueva York, Estados Unidos. – Una familia mexicana cocina chuletas de cerdo, jalapeños y cactus a la brasa en un restaurante del sur del Bronx. Detrás de la puerta se lee en un cartel “no deportaciones”.
Los platillos oaxaqueños que se preparan no son sólo para los clientes del local, sino también para los cientos de personas hambrientas en este barrio y otras zonas pobres de Nueva York. El restaurante, llamado La Morada, se convirtió en comedor de beneficencia durante la pandemia y en la actualidad produce unas 650 comidas al día que se reparten a desempleados, neoyorquinos que viven sin gas y no pueden cocinar, ancianos o discapacitados.
Los dueños mexicanos del restaurante, son activistas a favor de migrantes que, al igual que ellos, carecen de documentos en Estados Unidos, describen la labor de dar de comer a estadounidenses y migrantes pobres como algo gratificante. Es un trabajo que hacen junto con otros grupos y organizaciones que les donan alimentos y fondos y que distribuyen la comida.
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“Siempre decimos que el activismo es como nuestra sazón secreta, así que creo que fue algo muy natural para nosotros servir a nuestra comunidad con lo que tenemos”, dijo Yajaira Saavedra, copropietaria del restaurante con sus padres. “También es algo que nos devuelve a nuestras raíces indígenas, cuando todos participábamos en las comidas, aportando unos pocos ingredientes, y cocinando una gran olla juntos”.
Fuente Infobae.