“Hablándole a la gente, masticando la noticia, entregándosela ya desglosada, fue que empezamos a ganar popularidad y cierto reconocimiento; porque la gente no se atrevía a escribir al chile… al pan, pan y al vino, vino”: Don M.
Hijo de un hombre impresor, cajista y linotipista, Miguel Durán Juárez, reconocido por su estilo coloquial plasmado en las páginas del periódico La Extra, aseguró en entrevista con Monitor Expresso, haber nacido debajo de las letras y que fue “a base de reglazos” que aprendió a escribir.
“Si te regresas a leer un párrafo, es que no está bien escrito”, le decía su padre y con esta idea, Don M, como también es conocido, ha guiado por más de 50 años, su labor como periodista.
Miguel Sánchez, Melchor Pola y Miguel Durán: la repetida consonante inicial de estos nombres dieron origen a Don M, mote con el que los tres periodistas firmaban una columna que escribían de manera conjunta para El Diario de Morelia. Con el paso del tiempo, Miguel Durán fue el único que siguió haciendo uso del espacio de publicación y por consiguiente, del seudónimo.
Durán Juárez evitó el uso del idioma diplomático: llenó sus textos de expresiones coloquiales, “del verdadero idioma del pueblo” y así, empezó a ganar lectores.
Don M recuerda una de sus primeras columnas, dedicada a Samuel Maldonado, quien era presidente municipal de Morelia: “Le escribí que él era presidente municipal de todos los morelianos, no solamente de los perredistas y que no la chifle que es cantada; porque una cosa es la campaña y las campañas son muy bonitas, pero degeneran en gobierno”.
Entre sus lectores, Miguel Durán, identifica a algunos hipócritas: “Agarraban La Extra, doblaban en la bolsa del pantalón de atrás y se iban al baño a leerla, perdón por la mala palabra, a zurrarse de risa y decir: «Ese periódico no me gusta»”.
Si bien, con el paso del tiempo logró acrecentar la cifra de lectores, también aumentaron las personas que se incomodaban ante su trabajo, sobre todo servidores públicos. Incluso, hubo intentos por desconectarlo de los eventos informativos de gobierno, sin embargo, esta situación le hizo obtener más experiencia: “Porque entonces tienes que patalear la información, la noticia no oficial”, explicó.
Algunos de los reclamos por sus textos, intentaron llegar a Don M de forma monetaria; aceptarlos, iría coartando su libertad de expresión: “A mí me gusta ser honesto, no soy afecto al chayo”.
Don M percibe un deterioro en el periodismo actual, asegura que gran parte de los reporteros van en busca de los comunicados oficiales, dejando de lado la información popular: “El verdadero reportaje no es muy perseguido por mis colegas”, lamenta.
Referente al periodismo digital, opina que debido a la facilidad que brindan las plataformas, las páginas noticiosas se han proliferado: “Ahorita hay más portales que estrellas en el cielo”. No obstante, debido a la difusión de diatribas, pronostica un corto futuro para redes sociales como Facebook: “Yo le auguro 10 años al Face, 10 años de bum, como esta ahorita”.
Considerando el tiempo electoral que se vive, Don M recordó que cuando cubría las giras de los gobernantes, tardaba hasta tres días en volver a casa: “Los caminos de Michoacán no eran los caminos de hoy: había que regresar como apache, regresabas todo polvoriento, todo enlodado”.
Durán Juárez cree que las próximas elecciones se judicializarán, debido a la cantidad de puestos políticos que estarán en juego; vaticina que habrá muchas boletas anuladas: “Todavía somos un pueblo analfabeto, electoralmente hablando”.
Al cuestionarle si percibe una crisis de ideología, respondió con un enfático “No”, sin embargo, hizo referencia al daño que han hecho los partidos “comprando la voluntad popular” y añadió: “Lo que pasa es que somos un pueblo corrompido buscando un gobernante honesto”.
El estilo coloquial que Don M ha manejado a lo largo de su carrera periodística, le ha brindado satisfacción y considera que abrió “una rendija” a la expresión del color, que marcó una diferencia entre el idioma coloquial y el oficial.
“El periodismo es inducir con la verdad”, afirma Don M y con la autoridad que le brinda la experiencia, hace un exhorto a los jóvenes interesados en el periodismo: “Si no hay vocación, que le busquen por otro lado, porque además, hasta la fecha, no es una profesión que te haga rico. Esos lugares son muy especiales: son para cinco o diez personas y párale de contar y los demás… hay que andarle pataleando y pa´ patalearle, hay que tener vocación”.