El Cairo.-La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, paseó hoy entre las famosas pirámides de Guiza y posó frente a la Gran Esfinge en su visita de tan solo unas horas a El Cairo, donde ha puesto punto final a un viaje de cinco días por África, el primero que hace sin el presidente Donald Trump.
Con la mano en la cabeza para evitar que el viento de Guiza le arrebatara el sombrero blanco que la protegía del sol, la primera dama apareció en el complejo arqueológico poco después de la media tarde para realizar una visita que comenzó frente a la esfinge.
Melania Trump, con chaqueta beige y camisa blanca anudada con un largo lazo negro en forma de corbata, bajó despacio las escaleras de madera con las que se llega a este monumento construido hace 45 siglos con cuerpo de león y rostro de ser humano que simboliza la fuerza y la razón.
Allí escuchó atentamente las explicaciones del secretario general del Consejo de Antigüedades egipcio, Mostafa Waziri, gesticulando con la cabeza mientras miraba el rostro mitológico.
Posteriormente, se acercó al monumento y al alejarse posó para los medios sin hacer comentarios, tranquila y seria, acompañada por el ministro de Antigüedades, Jaled al Anini, y la ministra de Turismo, Rania el Mashat.
Su paseo continuó por la gran pirámide de Keops, a cuyo interior ingresó durante unos minutos para después conversar y preguntar al experto que la acompañaba.