España. – Por primera vez, el gobierno de España reconoció públicamente “el dolor” y “las injusticias” que sufrieron los pueblos originarios de México durante la Conquista y el periodo colonial. El mensaje fue pronunciado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante la inauguración de la exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena” en el Instituto Cervantes de Madrid.
“La historia compartida entre México y España, como toda historia humana, tiene claroscuros. Ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios. Hubo injusticia, justo es reconocerlo y lamentarlo”, declaró el canciller español.
Las palabras de Albares fueron interpretadas como un gesto de reconciliación hacia el gobierno mexicano, luego de años de tensiones diplomáticas derivadas de la carta enviada en 2019 por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que pedía un perdón público del rey de España por los abusos cometidos durante la Conquista. Hasta ahora, ni la Casa Real ni el Ejecutivo español habían respondido oficialmente.
El acto contó con la participación del gobierno de México, representado por Diego Prieto, titular de la Unidad de Culturas Vivas de la Secretaría de Cultura, quien leyó una carta enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum. En el texto, Sheinbaum recordó que la Conquista fue “un proceso brutal de violencia, imposición y despojo”, y subrayó el papel de las mujeres indígenas como símbolos de resistencia y continuidad cultural.
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También intervino el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien destacó la importancia de la memoria histórica y la cultura como caminos hacia la reconciliación.
Hasta el momento, este reconocimiento de Albares es el gesto más cercano a una disculpa oficial emitido por un gobierno español, y se produce en un contexto de esfuerzos por normalizar las relaciones bilaterales tras años de distanciamiento.
El próximo encuentro relevante entre ambos países será en enero de 2026, durante la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, donde México será “país socio” y se espera la participación de altos funcionarios y gobernadores mexicanos.
